Lucar Reaño DBM Perú

OPINIÓN
Lucas Reaño
GERENTE DE PROGRAMAS INSTITUCIONALES
LHH DBM Perú

Ya estamos en el penúltimo mes del 2013 y en muchos casos los colaboradores se muestran cansados o fatigados. Primero, visualicemos que el rendimiento laboral es el beneficio que un trabajador produce para una organización en un determinado periodo.
Ese valor o beneficio es la diferencia entre lo que cuesta y produce un trabajador.

Los elementos que inciden en el nivel de productividad son factores relativos al colaborador y a la organización. Si bien la organización debe cultivar un clima laboral adecuado que propicie altos niveles de productividad, el trabajador debe preocuparse de tener su propia automotivación personal en procura de su desarrollo profesional.

Adicionalmente, se requiere de un clima laboral que involucre no solo el desarrollo de actividades de integración u otras para fomentar el trabajo en equipo, sino también todas aquellas que contribuyan a dotar a los colaboradores de las herramientas que requiera para desarrollar su trabajo eficientemente.

Una clara definición de políticas, funciones y procedimientos es también fundamental para ese propósito. Un liderazgo motivador basado en el respeto a la dignidad del colaborador y a inspirar en ellos una sensación de crecimiento profesional permanente será vital para lograr altos niveles de productividad.

Bajo el enfoque de la actual gestión del talento, es muy importante que los empresarios consideren en su análisis la necesidad de preocuparse por evitar la fatiga de los colaboradores, especialmente a fin de año.

Ante ello, una política de rotación periódica para el personal que trabaja en labores rutinarias podría ser recomendable, ya que además de prevenir la fatiga laboral, contribuiría a lograr trabajadores más completos, con más de una especialidad, que puedan también sustituir cualquier ausencia imprevista. Esto es aplicable a todo tipo de trabajo y asegura la continuidad de las operaciones.
También es necesario implementar en las empresas facilidades que brinden a los colaboradores cortos refrigerios. Fomentar ejercicios físicos previos a la jornada laboral ya es una norma obligatoria en algunos países.
No olvidemos que las empresas y las personas deben tener un objetivo común. Ese alineamiento es uno de los pilares esenciales para lograr una efectividad organizacional, donde ambos, el empleado y la empresa, sean ganadores.
Con este propósito, las empresas deben preocuparse de que cada colaborador esté ubicado en un puesto para el cual tenga las habilidades, que disfrute haciendo el trabajo y que lo haga en una empresa cuyos valores encajen perfectamente.
Finalmente, por su parte los colaboradores deben entender que la responsabilidad de lograr el empleo ideal es suyo. Eso les puede asegurar el éxito en su carrera profesional.

Fuente: Gestión