Campesinos dieron ultimátum a mineros. | Foto: La República

La gran minería genera resistencia y hasta rechazo. En contraste, muy pocos condenan la minería informal e ilegal. Una suerte de doble moral frente a actividades que en mayor o menor grado, ocasionan impactos medioambientales y sociales.

La minería ilegal se realiza en espacios prohibidos como riberas de ríos, lagunas, cabeceras de cuenca y zonas de amortiguamiento de áreas naturales protegidas; mientras que la informal es la que no cuenta con los permisos y cuidados correspondientes para ejecutarla. Pueden formalizarse si cumplen distintas etapas establecidas por el Estado.

Un pueblo de Cusco decidió decirle no a la minería ilegal e informal para proteger sus fuentes de agua. El 18 de noviembre pasado unos 600 pobladores de la comunidad de Hayuni, del distrito de Quiquijana, provincia cusqueña de Quispicanchi; llegaron a la cabecera de la microcuenca Uchuymayo para paralizar la actividad ilegal que se practicaba en la zona.

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Hayuni forma parte de la zona de amortiguamiento de la propuesta de Área de Conservación Regional (ACR) Ausangate, un sitio que busca proteger lagunas, nevados y otros ecosistemas que son el hábitat de decenas de especies de aves, anfibios y camélidos. Allí, la laguna de Sibinacocha es una de las principales fuentes de agua para Cusco.

El presidente de la comunidad de Hayuni, Florencio Yapura Quispe, encabezó la acción, que ocurrió entre las 10.00 horas hasta las 19.00 de aquel día. De esa forma, se cumplía el acuerdo de asamblea comunal. El grupo que caminó hasta la cabecera de la microcuenca Uchuymayo estuvo conformado por el subprefecto distrital de Quiquijana, Honorato Durand; efectivos de la Policía, alcalde del municipio de Quiquijana, Rolando Chunca Soncco; dirigentes comunales, del frente de defensa y rondas campesinas.

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Los comuneros anunciaron aquella vez que denunciarán a los responsables de la actividad, que ocasiona contaminación y daño a sus fuentes hídricas. Desde aquel día hacen visitas inopinadas para verificar que la actividad minera ilegal esté paralizada. Hay que recordar que el alcalde del distrito de Pitumarca (Canchis), Benigno Vengoa, alertó que mineros ilegales instalaron carpas y llevaron maquinarias a un área de la ACR Ausangate. La accidentada geografía impidió que autoridades lleguen a la zona.

Minería informal

Como se ha dicho, los comuneros de Hayuni tampoco aceptan la minería informal en la zona. En la región, la minería ilegal está concentrada en las provincias de Quispicanchi y Chumbivilcas, pero las entidades estatales carecen de información específica sobre cuántos mineros ilegales hay ni cómo operan.

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En cambio, sí hay datos acerca de la actividad informal. El director regional de Energía y Minas, Iván Prado Barreto, informó que en la región hay 2 mil 288 mineros informales. La provincia de Quispicanchi tiene casi mil identificados, Chumbivilcas con medio millar, Paucartambo con 354 y La Convención con 177.

Muy pocos mineros formalizados

El proceso de formalización, que empezó en 2012, ha sido un total fracaso. En seis años, el Ejecutivo nacional solo formalizó a siete, según el Registro Integral De Formalización Minera (REINFO), con una inversión aproximada de 2 millones de soles. En tanto, este año, hasta noviembre, ya se habían formalizado por la Dirección Regional de Energía y Minas 17 mineros informales.

Fuente: La República