Nada como saber comunicarnos bien para ganar la confianza de las personas que trabajan con nosotros.
[highlight]Según una reciente encuesta de LHH contestada por más de 800 empleados en EE.UU., la habilidad de comunicarse es la principal cualidad de liderazgo que se necesita para generar confianza.[/highlight] La encuesta encontró que el 52% valoró la comunicación por encima incluso de la aptitud, la capacidad o el nivel de conocimiento de sus jefes.
La pregunta fue: “¿Cuál cree usted que es la más importante cualidad de liderazgo para construir una relación de confianza con su jefe? ” De las 835 respuestas, el 52% dijo la comunicación, el 31% destacó el respeto, el 11% la capacidad o conocimiento y el 6% la empatía.
Esto confirma lo que nos dicen los expertos: en el mundo del trabajo, para liderar efectivamente a nuestra gente, no podemos confiarnos exclusivamente en nuestra capacidad para hacer bien nuestro trabajo o especialidad. Necesitamos ganarnos su confianza y eso es vital y clave para poder inspirarlos, motivarlos e influir en ellos. ¡Y es que primero confiamos en la persona en sí y luego en su talento o habilidad para cumplir su trabajo!
Y esa confianza fundamental se logra con comunicaciones tanto verbales (y también no verbales) como escritas que transmitan honestidad, calidez, autenticidad y claridad. ¡Confiamos mucho más en aquellos con quienes podemos conectarnos de una manera más personal!
Eso pasa en la relación con los jefes, pares y subordinados al igual que sucede en una entrevista de trabajo o de ventas con un cliente nuevo: si logramos establecer pronto una relación de confianza y empatía (“hacer clic”) con el entrevistador, nuestro mensaje “pasa” mejor, somos escuchados más receptivamente y lo que decimos es recibido en general de manera más positiva y abierta.
Desarrollar buenas habilidades de comunicación requiere, sin embargo, de introspección y autoconciencia. Es decir, requiere entenderse y conocerse bien. Excelentes habilidades de comunicación es lo que muchas veces separa a los grandes líderes de todos los demás. Requieren práctica y muchas veces coaching intenso y personalizado. Requieren también demostrar el respeto que sentimos por nuestros colaboradores, así como enfocarnos en generar empatía y calidez en cada interacción personal.
L[highlight]os líderes que son excelentes comunicadores buscan oportunidades para entablar conversaciones con su gente y sus equipos para conocerlos mejor. Y lo hacen escuchándolos con atención, manteniendo su mente abierta a lo que tienen que decir, hablando con la verdad y tratando de ver otros puntos de vista. Esto crea también oportunidades para que los líderes demuestren su interés (que debe ser legítimo) en ellos y su desarrollo, para que juntos exploren sus necesidades de carrera, aprovechando además esos contactos cara a cara para darles ‘feedback’ constructivo[/highlight].
Los buenos comunicadores se ganan la confianza e inspiran más lealtad entre su gente. Pero para eso su integridad es esencial: los empleados siempre saben si sus jefes están siendo poco sinceros o evasivos. Y se “desconectan” de ellos si no sienten que los escuchan o que se interesan verdaderamente por sus temas. Los colaboradores se vuelven mucho más productivos y comprometidos a alcanzar las metas cuando sienten que sus necesidades son escuchadas con interés. ¡Y que genuinamente nos importan!
*ESCALA
El 52% valoró la comunicación por encima incluso de la aptitud, la capacidad o el nivel de conocimiento de sus jefes.
El Comercio