ProActivo | Darío Zegarra, presidente del Comité de Asuntos Sociales de la SNMPE, explicó por qué el mercado puede recompensar a una empresa haciendo que valga más que otras, pese a ofrecer lo mismo.
Darío Zegarra, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y presidente del Comité de Asuntos Sociales de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), se pronunció sobre la alta valla que van poniendo los inversionistas del sector y cómo el valor de una empresa en el mercado también escapa a los indicadores financieros.
“Nos queda claro que hay un proceso en ciernes a nivel mundial, y que hoy tiene ya un correlato a nivel nacional, de la expectativa que tienen los inversionistas sobre nuestro sector. Y esa expectativa está elevando la valla. Los indicadores financieros ya no son suficientes”, tomó nota ProActivo durante su intervención en el Jueves Minero Indicadores Materiales ASG para el Sector Minero.
Zegarra abogó por un valor de diferenciación avalado por los propios inversionistas, si es que se logra con un cumplimiento ASG. “Eso empieza a generar una discusión bien potente, porque uno encuentra que el valor de la empresa no solamente depende de cuántas reservas tiene, cuánto es su costo, cuánto produce y cuánta ganancia tiene al año. El valor de la empresa, en muchos casos, es mucho más grande que eso. Hay un premio que te da el mercado, por alguna razón, que mira a una empresa que produce lo mismo que otra, pero esta vale dos veces más. Eso no está reflejado ni en las reservas, ni en el tamaño de la mina, de la planta, ni de la capacidad de los ingenieros de manejar los costos. Hay algo adicional que empieza a tomar forma con esta mirada ASG, porque empieza a ser un indicador, de la sostenibilidad del negocio”, explicó Zegarra.
Según Zegarra, este viraje nos conduce a otros objetivos como la Agenda 2030 y el cumplimiento de las ODS. “Ya podemos pensar en persona, planeta; pero también podemos pensar en paz y en pactos”.
Vehículo natural a los DD. HH.
En otro momento, Zegarra se enfocó en los Derechos Humanos dentro del sector que hasta hace algunos años este era un tema “monopolizado por ciertos grupos”, sin ser debidamente atendido con acciones.
Al respecto reflexionó que la realidad de Perú es de grandes brechas, con poblaciones muy remotas, con presencia inefectiva e intermitente de Estado y con muy baja institucionalidad, en el que las mineras sí cumplen un rol activo en favor de los derechos humanos. “Las empresas (mineras) formales somos un vehículo natural de acceso a derechos por definición Operamos en regiones donde la informalidad, por ejemplo, es superior al 90 %, 95 %”, puntualizó.