Estamos a menos de cuatro años de llegar al Bicentenario del Perú, cuando celebraremos los 200 años de proclamación de independencia en nuestro país y hasta la fecha los peruanos no hemos logrado el acceso integral a un derecho básico: el abastecimiento de agua potable para todos nosotros.

En la actualidad, entre 4.2 a 8 millones de peruanos, según diversos estudios, no cuentan con este servicio. Una cifra alarmante en pleno siglo XXI y que, en especial, llama a la reflexión este 05 de agosto, que se celebra un aniversario más del “Día Mundial del Agua Potable”, fecha instaurada por las Naciones Unidas en el año 1993 con el fin de crear conciencia del valor del agua apta para el consumo humano.

Y es que sin ese proceso de potabilización que purifique el agua, antes  de ser consumida, para liberarla de microorganismos patógenos, nuestra salud estaría amenazada permanentemente. Según el ingeniero Christian Gavila, gerente general de la compañía internacional Acciona Agua, “el valor de la potabilización o el tratamiento del agua es importante, pero poco conocido”.

En base a informes de Sedapal, al año se invierten alrededor de 30 millones de soles para garantizar la disponibilidad de agua potable solo para los hogares de Lima y Callao

El representante de Acciona Agua nos refiere que por ejemplo, en Lima -cuya captación de agua se inicia en el río Rímac- el costo del tratamiento resulta complejo y más oneroso debido a que estas aguas tienen altos contenidos de materia orgánica y residuos sólidos, los que superan los estándares de calidad ambiental para aguas de río. En base a informes de Sedapal, al año se invierten alrededor de 30 millones de soles para garantizar la disponibilidad de agua potable solo para los hogares de Lima y Callao. En provincias, es otra la historia.

De otro lado, a nivel de distribución de agua potable, mientras que en las zonas urbanas hay 1.6 millones de peruanos que no acceden a este recurso básico en las zonas rurales se presentan 2.6 millones de personas que no lo tienen. Asimismo, en ciudades como Lima se registran distritos que pese a contar con este recurso registran un consumo que supera los 100 litros de agua al día recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en desmedro de otros que consumen mucho menos. Una muestra: mientras, según la SUNASS, San Isidro consume 447 litros de agua por día, Lurigancho Chosica emplea un promedio de 15 litros de agua al día por habitante.

Para Gavila Raehmel estas cifras son alarmantes considerando que se ha previsto que Perú sea el único país latinoamericano en padecer un estrés hídricos perenne a partir del 2025, según la Organización Internacional del Agua.

En tal sentido, el especialista de Acciona Agua indica que existen soluciones que podrían paliar los efectos del cambio climático y los generados por causa del hombre, como por ejemplo, la reutilización del agua potable y la desalación; así como, el empleo de las TIC´s en la gestión del agua potable, alternativas más ecoamigables y eficientes para asegurar la sostenibilidad de nuestros recursos hídricos.

¿Cómo se realiza el proceso de potabilización del agua?

Mientras que en las zonas urbanas hay 1.6 millones de peruanos que no acceden a este recurso básico en las zonas rurales se presentan 2.6 millones de personas que no lo tienen

El representante de Acciona Agua nos refiere que el proceso de potabilización se inicia cuando desde las  cuencas el agua del río llega a los puntos de captación, desde donde se filtran los residuos o elementos grandes. Acto seguido, el agua pasa por unidades desarenadoras, para separar elementos densos como la arena. Luego, llega la etapa de precloración, cuando se agrega una primera dosis de cloro al agua; siendo almacenada en estanques de regulación (embalse), en donde se le aplican otras sustancias como alguicidas (etapa de tratamiento) y coagulantes (decantación) para formar un manto de lodo en el agua. Y al separarse del agua en el decantador se logra una purificación mayor del agua tratada. Y en la fase final, se da una filtración (reduce la turbiedad del agua), se agrega una última dosis de cloro para finalmente ser llevada a los reservorios, desde donde se distribuye el agua a las casas, por medio de las tuberías.

Acciona Agua en Perú

ACCIONA Agua construyó la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Escalerilla de Arequipa, considerada una de las PTAR más innovadoras en Sudamérica, debido a su  tratamiento biológico, capaz de reconvertir los desechos sólidos en abono agrícola.

Además, la empresa parte del grupo español ACCIONA, construyó en consorcio con Graña y Montero, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Chira, la cual sirve a 18 distritos de la capital. Con esta instalación, que empezó a funcionar en junio del 2016, se alcanzó el tratamiento del 99.5% de las aguas negras de Lima.

Por otro lado, ACCIONA Agua opera la primera planta de desalación por osmosis inversa de carácter industrial en el Perú: la desaladora de Talara. La planta, cuya capacidad es de 2.200 m3/día, fue edificada por la compañía para la refinería Petroperú (en la misma ciudad) a fines del 2002.

Asimismo, la compañía se adjudicó seis contratos para la gestión del servicio de agua y saneamiento en la ciudad de Lima, encargándose del mantenimiento correctivo de los sistemas de agua potable y alcantarillado, lo que la convierte en la principal compañía de gestión del ciclo integral del agua en la capital.