Roque Benavides Ganoza

El futuro del Perú tiene que centrarse en enfrentar la crisis sanitaria, lograr que la mayoría acceda a vacunas de calidad. También debemos poner atención a los servicios de salud y educación en general. Asimismo, hay que ponerle atención a la reactivación económica, que debe orientarse a promover la inversión, lo único que puede generar puestos de trabajo. Obviamente tenemos una crisis de gobernabilidad que debemos atender para tener un país con estabilidad. Nunca más vacancias presidenciales por “incapacidad moral permanente” ni cierres del Congreso por interpretaciones “fácticas”.

Tras las elecciones, debemos reconocer que tenemos un país polarizado, pero no podemos olvidar, como decía Ramiro Prialé, que “entre peruanos no podemos ser enemigos, podemos ser adversarios políticos”. Tampoco podemos vivir de espaldas a la sierra, a la selva ni a las áreas rurales de nuestro país. La descentralización no ha funcionado y debemos repensarla. Haber convertido 24 departamentos en 24 regiones no ha sido la solución, ha exacerbado el problema, generando expectativas que no han sido cumplidas.

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A esto se agrega el tema ideológico de creer que cambiar la Constitución va a solucionar nuestros problemas. Las leyes no hacen el cambio, este se logra trayendo inversión. Entendamos que en el Peru el 80% de la inversión es privada y que el 20% es pública. Debemos exigir que nuestro Estado sea eficiente en lo que le toca y que nos brinde servicios de salud, educación, infraestructura, seguridad y justicia de calidad. Pero también debemos entender que la inversión privada es de peruanos en un 80% e incluye la micro, pequeña, mediana y gran empresa nacional, y debe ser respetada y promovida. Asimismo, la inversión extranjera, que representa el 20% del total de la inversión privada y que viene con nuevas tecnologías y nuevos procesos, debe ser atraída. ¿Cómo lograrlo? Con estabilidad.

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El sector privado y sus gremios de todos los sectores, así como los representantes de la micro y pequeña empresa, deberemos involucrarnos más en el quehacer político y social con una visión descentralista e inclusiva.

El Perú debe poner en valor lo que tiene a su alcance para progresar en favor de las grandes mayorías y así contribuir a la lucha contra la pobreza, generando un ambiente de inclusión social y económica. El nuestro es un país diverso y tenemos que poner en valor nuestra agricultura, turismo y gastronomía. También nuestro talento manufacturero, nuestra pesca, nuestra minería y todo lo que esté a nuestro alcance. ¡Las necesidades son muy grandes y nuestros esfuerzos tienen que estar a la altura de estas! Tenemos que crear riqueza.

Debemos seguir buscando integrarnos al mundo a través de los tratados de libre comercio y así ampliar mercados para nuestros productores. Así como no podemos vivir de espaldas a las áreas rurales de nuestro país, no podemos vivir de espaldas al resto del mundo.

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Nuestro principal producto de exportación es el cobre, que se ha convertido en el metal del medio ambiente y que tiene usos en las energías alternativas, como la eólica y la solar, y es fundamental para el futuro de los vehículos eléctricos. Bill Gates en su reciente libro “Cómo evitar un desastre climático” sugiere que el mundo debería llegar al 2030 con cero emisiones de efecto invernadero y que para el ello el cobre será fundamental. El Peru debe poner en valor los US$ 60.000 millones en proyectos mineros que generarían mas de 2′000.000 de puestos de trabajo descentralizados y bienestar a nuestro pueblo. No olvidemos que “no se trata de quitarle al que tiene, sino de crear riqueza para el que no la tiene”, como dijo a Haya de la Torre en 1945.

Fuente: El Comercio