Por Rómulo Mucho, exviceministro de Minas.
Se denomina metales “verdes”, a los que jugarán un rol muy importante en la transición hacia las energías ecológicas, limpias y digitales para lograr un futuro por debajo de los 2°C del calentamiento global. Los metales que serán necesarios para desplegar la energía eólica, solar y geotérmica, así como el almacenamiento de energía para la electromovilidad. Estos son el cobre, níquel, cobalto y litio, cuya creciente demanda será desde el 100% hasta 500% hasta el 2050 dependiendo del metal según los expertos.
El Perú es el segundo productor mundial de cobre con casi el 10% de la producción, tenemos el 13% de reservas mundiales y la exportación de este metal constituye el 30% de nuestras exportaciones totales. De los 46 proyectos del portafolio del Ministerio de Energía y Minas, 70% son de cobre y se requiere una inversión de US$40,000 millones para ponerlos en marcha y cuya puesta en valor nos significaría montos muy significativos de ingresos de divisas e ingresos fiscales para el Estado, además con ello, estaríamos compitiendo a Chile, que actualmente ocupa el primer lugar como productor mundial de este metal. Según el ex CEO de Glencore, la demanda mundial de cobre al 2050 sería el doble del actual y para ello se requeriría añadir un millón de toneladas anuales de cobre en el mercado, pero según S&P Global Market Intelligence, se prevé que en los próximos años existirá un déficit de cobre en el mercado, por ejemplo, para el 2021, el déficit será de 253,000 toneladas. El Perú, tiene capacidad para responder a este incremento en la demanda.
El precio del cobre continúa en ascenso, el miércoles pasado logró pasar de US$ 4.20 a US$ 4.30 la libra y alcanzar los US$ 9,487.50 por tonelada en la Bolsa de Metales de Londres (LME), con lo que se recuperó de la ligera caída del día anterior. El factor fundamental para esta subida de precio ha sido el plan de reactivación y la confianza en la economía de los EE. UU., aunque aún se está lejos del pico histórico en el precio alcanzó el 10 de mayo pasado con un valor de US$ 10,747.50 la tonelada (US$ 4.88 la libra), debido al fuerte impulso de la demanda por parte de China. Con los problemas que pueden tener los países productores y la posible escasez del metal, el precio promedio para la década será no menor de los US$ 4.0 la libra, lo que hace importante que empecemos una discusión alturada y sobre todo técnica, de cómo aprovechar este buen ciclo en la cotización de los metales, especialmente el cobre.
En este contexto, es vital e importante que no se cambien las reglas de juego en el sector minero con la finalidad de que sigan llegando las inversiones y se pongan en marcha varios proyectos de la cartera del MINEM para el presente año, algunos ya están en marcha como; Integración Coroccohuayco, Chalcobamba I, Pampacancha, pero Yanacocha Sulfuros se encuentra en espera. Inclusive, se podrían adelantar algunos proyectos como; Los Chancas, Michiquillay, Río Blanco, Galeno y Cañariaco, además de los paralizados por conflictos sociales como Tía María y Conga. El escenario internacional es muy favorable, pero nos juega en contra el escenario interno que es de total incertidumbre. Las inversiones van a los países donde existe la estabilidad política y jurídica. Si el panorama político se aclara, podríamos capitalizar de la mejor manera la mayor demanda mundial de cobre explicado anteriormente, lo que añadiría varios puntos porcentuales a nuestro crecimiento económico, a la generación de empleo digno y al logro de mayores ingresos fiscales. Debemos considerar, además, que el círculo virtuoso de la economía hace que la minería impacte positivamente en diversas actividades económicas.
Para que las empresas sigan invirtiendo se requiere predictibilidad y confianza. En tal sentido es importante que el nuevo gobierno que asuma, sea claro y contundente. Cuya misión es vacunar a toda la población y mejorar su política sanitaria, luego reducir la pobreza -que por causa de la pandemia ha subido de 20% a 30% haciendo que un tercio de peruanos nuevamente se encuentren en situación de pobreza- deberá de manera urgente reactivar la economía generando puestos de trabajo. El super ciclo de los metales representa una gran oportunidad para lograr este objetivo.
Respecto a la posibilidad de aplicar algún gravamen adicional a las empresas mineras por la coyuntura de altos precios, es posible que el gobierno y las empresas puedan negociar de manera consensuada, ya se hizo en el pasado, pero sin poner en riesgo la competitividad de la minería peruana, sin arriesgar las futuras inversiones tanto en poner en marcha los nuevos proyectos como en exploraciones. No tenemos níquel ni cobalto en nuestro territorio, pero tenemos un descubrimiento muy importante de litio que, gestionado inteligentemente por la empresa privada en alianza con el Estado y las comunidades, puede proporcionarnos también considerables ingresos y, sobre todo, permitirnos a aspirar a mayores retos, no debemos ver como una utopía la industrialización del litio para la fabricación de baterías y carros eléctricos. Sólo es tema de inteligencia, audacia, incentivos y conocimiento para adoptar las mejores decisiones en bien del Perú.
Fuente: Gestión