Roque Benavides

ProActivo | Vivió de niño en La Oroya y heredó de su padre, la visión de gestionar correctamente el agua dentro de la minería. Roque Benavides Ganoza, Presidente Ejecutivo de la Compañía de Minas Buenaventura confía en que Perú puede seguir creciendo gracias a su gente, y ello puede convertirse en el principal atractivo para la llegada de inversiones extranjeras. El empresario exhorta a una mayor presencia del Estado en las zonas de influencia minera, así como a un trabajo en conjunto y diálogo con las comunidades, funcionarios y representantes empresariales. Para crear un Perú mejor, Benavides cuenta cómo se involucró con las universidades, especialmente con las públicas.

Roque Benavides, Presidente de Buenaventura en entrevista exclusiva para ProActivo

¿Qué le motiva asumir compromisos educativos con las universidades?

Cuando hace algunos años pensaba en dejar la función ejecutiva de Buenaventura, pensé ¿cómo debo proyectarme?. Y recibí muchas invitaciones a las universidades para dar charlas, que sigo recibiendo generosamente. Así pensé caramba, es un tema que integra la industria con la universidad y principalmente con la universidad pública. Y en ese sentido comenzamos a ir a las charlas esporádicas y luego me invita Carlos Santa Cruz a participar en el dictado de un curso en la Universidad Católica, y lo cumplo desde hace 3 o 4 años. Y este año, tengo el gusto de decir que voy a dictar un curso en la Universidad Nacional de Ingeniería, será mi curso y espero seguir contribuyendo.

¿Por qué las universidades nacionales?

Porque es en la universidad pública donde se les ofrece a los jóvenes la oportunidad de progresar y desarrollar profesionalmente. Además, no cobra. No me canso de repetir que lo que diferencia a la gente en el mundo es la educación y si el país no puede ofrecerle educación de calidad a los jóvenes, socialmente no estamos cumpliendo nuestro objetivo.

¿Cómo piensa que será la posible modificación de la ley minera y de ser así en qué aspectos tendría que ser mejorada? ¿Cuáles son los desafíos?

Mortifica que la idea de una nueva ley minera haya nacido de la confrontación sobre Tía María, que tiene que ver con que el gobernador regional de Arequipa un poco le imponga, le exija, al presidente de la República una nueva Ley de Minería; y en función a eso es que reacciona el Ejecutivo a nivel nacional convocando a un grupo de personas muy competentes para hacer propuestas de algunas modificaciones de la Ley General de Minería. Al respecto es importante comprender que en el fondo lo que la gente espera es en todo caso un cambio en la legislación minera en su conjunto, que abarca temas sociales, medioambientales, tributarios y de propiedad minera que están contempladas en esa norma.

Entonces, cuando se habla de modificarla, hay que entender que planteamos modificaciones solo a una parte que seguramente es específica para el sector minero, pero pienso que tenemos que analizar las leyes más transversalmente. El tema medioambiental, tributario y social abarca a todos los sectores. Por ejemplo, cuando se construye una hidroeléctrica hay reacciones de la comunidad donde se va a construir; y (esa obra) no tiene que ver con la Ley General de Minería.

Por eso es importante comprender con claridad que lo que pide la gente es que haya más presencia del Estado en esas zonas, más que simplemente la modificación de la Ley de Minería. Creo que su modificación no debe ser bajo presión, debe ser bien pensada y se debe convocar a la mejor gente.

Menciona a Tía María. ¿Qué opina de las decisiones tomadas?

No me cansaré de repetir que Tía María como tantos otros proyectos mineros tiene que ver con la preocupación por el agua.

El valle del Tambo, hoy día -antes del proyecto Tía María- está naturalmente contaminado con boro que viene de las alturas de Puno, de las salitreras. Ese boro, cuando el río viene bajo en época de estiaje se concentra, porque tiene la característica de que cuando hay menos cantidad de agua se concentra y cuando hay más cantidad se diluye.

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Y uno dice “bueno si está naturalmente contaminado ¿por qué se quejan los agricultores de Cocachacra, del valle del Tambo, si la mina todavía no ha comenzado?”. Es por eso. Porque la agricultura ya está sufriendo por ello.

¿Cuál es la solución?

Construir un reservorio que ya está contemplado. Hay varios en esa cuenca que se podrían construir. Uno de ellos y que lo conoce muy bien el presidente Vizcarra, es el de Paltiture, ¿que haría? Represar las aguas del valle del Tambo a 4,200 metros de altura, permitiría regular las aguas del río Tambo y diluir el boro, que hoy día -en época de estiaje- contamina el valle del Tambo.

Entonces, cuando a Tía María le piden que traiga el agua de mar, de 50 km de distancia, lo eleve mil metros, desalinice ese poquito de agua y la utilice para su operación minera, uno se hace la pregunta ¿no sería mucho más conveniente desde el punto de vista social y económico, construir un reservorio en Paltiture? ¿Qué la empresa minera aporte los dineros que gastarían en la desalinización y el Estado ponga otra parte? ¿Y así se beneficien agricultores y mineros?

El 85% del agua de lluvias de todos los años en los valles de la costa se van al mar y estamos hablando de desalinizar cuando estamos botando agua dulce a los mares.

Así como se construyen carreteras, deberían construirse reservorios y eso permitirá que las aguas se regulen. Eso sucede en Europa, en Estados Unidos, y en los países desarrollados. No permitamos que ese recurso maravilloso de ser la octava nación con más cantidad de agua en el mundo, que es el Perú, permita que el agua dulce discurra y se vaya al mar y se convierta en salada.

Nos hemos vuelto en unos apasionados de la defensa del agua, del cuidado del medio ambiente real y ¿por qué no estoy hablando del plástico ni de la contaminación de las ciudades con los desagües? ¿Por qué no hablo de la contaminación de los insecticidas y pesticidas en la agricultura?

Estoy hablando de lo que podemos hacer, que es contribuir a que haya mucha más agua, y de mejor calidad.

Al respecto Buenaventura ha sido reconocida por los trabajos que ha desarrollado con el agua ¿En qué han consistido?

En Buenaventura tenemos un lema “Agua primero, mina después”.

Sí creemos que tenemos que cosechar agua, saber de dónde vamos a tener el agua, y yo espero que todos los Estudios de Impacto Ambiental contemplen tener el recurso agua asegurado, cualquiera sea el proyecto.

Que no le quite agua a nadie, si no todo lo contrario que contribuya con más agua a la cuenca.

Para eso necesitamos tener un concepto de cuenca (de cada una), no un concepto de cabecera de cuenca; y veamos qué recursos tenemos, cómo podemos distribuirlos y cómo podemos almacenarlos.

Esa política en Buenaventura es la que ha merecido algunos reconocimientos que nosotros apreciamos. No son los peruanos, sino la Cooperación Suiza, la que nos reconoce esas cosas.

¿Se considera un apasionado por el agua?

Soy heredero de un hombre que sí fue un apasionado por el agua, que fue mi padre.

No pretendo una herencia monetaria, sino una herencia filosófica, de misticismo, de lograr que haya mucha más agua en nuestro país para mucha más gente.

Si logramos tener cantidad y calidad de agua, vamos a contribuir tanto al desarrollo minero, como al agrícola y ganadero. La minería tiene que ser sustentable. La sostenibilidad es el lenguaje con el que tenemos que comunicarnos con la comunidad y transmitir ese mensaje. Eso es fundamental.

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El desarrollo sostenible como lo entiende las Naciones Unidas es una mesa de 3 patas: el cuidado del medio ambiente, el desarrollo social -contribuir a que las comunidades progresen- y el desarrollo económico. Esa sostenibilidad es la que queremos.

¿Cuáles cree que serían las condiciones para sacar adelante un proyecto minero y no sufra las trabas que ha sufrido Tía María?

Mantener el diálogo, creo que es fundamental. No el diálogo dilatante, ese en el que hablas y hablas, sino el diálogo con objetivos claros, en donde participen todos los estamentos. El Estado no se puede poner de perfil.

Tiene que participar la empresa, la comunidad y todos los estamentos del Ejecutivo: gobierno nacional, regional, provincial y distrital.

No puede ser que haya gobernadores regionales que no impulsen más inversión en sus regiones. No entiendo otra forma de generar puestos de trabajo que con más inversión, por eso tiene que ser bienvenida en las condiciones que se consideren convenientes y por supuesto tienen que ser con cuidado del medio ambiente, con respeto a las comunidades, pero también con el apoyo de las autoridades.

A propósito de las inversiones ¿qué planes tiene Buenaventura?

Nosotros conocemos nuestro país. Buenaventura es una compañía fundada por peruanos que tiene todos sus activos en el Perú y está cumpliendo 67 años. Nuestro compromiso es absoluto y hemos venido expandiendo algunas operaciones brownfield, que ahora se vuelve “más amigable”, si cabe el término, que el greenfield. También hemos hecho algunas adquisiciones.

Mucha gente no sabe que San Gabriel en Moquegua fue una propiedad de Gold Fields que adquirimos, porque dicha firma no quería desarrollarlo, nosotros dijimos sí.

También tenemos Trapiche que comenzó con BRGM y que hoy día es un proyecto mucho más avanzado. Tenemos la ampliación de Uchucchacua con las zonas alrededor de Uchucchacua. Tenemos la zona de Piura, tenemos algunas propiedades en esa zona que estamos socializando y que creemos que tiene mucho potencial.

La verdad es que Buenaventura trabaja en 8 regiones del Perú y eso demuestra la capacidad descentralizadora de la minería. Este es el expertise que desarrollamos. Seguiremos en Huancavelica, Cajamarca, Arequipa, Lima Provincias, Apurímac, en Moquegua. En todos los departamentos donde nos toque trabajar, esa es nuestra responsabilidad.

¿Aproximadamente cuántas personas trabajan en Buenaventura?

Es importante pensar en el aspecto humano. En Buenaventura trabajamos 15 mil personas y si a eso le agregamos Cerro Verde y Yanacocha -que contribuimos a desarrollar- seguramente somos cerca de 20 a 25 mil personas. ¿Cuantos puestos de trabajo en Huancavelica? Seguro entre 2 o 3 mil personas; y en Cajamarca directamente con nosotros, entre 5 mil a 6 mil personas. O en Arequipa entre Tambomayo y Orcopampa unas 3 o 4 mil personas.

Suena a cifras, pero cada una de esas personas tiene una familia detrás y tenemos una responsabilidad para que tengan el sustento para poder educar y tener los servicios de salud y desarrollarse.

¿Qué opina de los recientes acontecimientos políticos?

Respecto a las últimas elecciones, preocupa la atomización, en que la bancada de mayoría cuenta con el 11% y la de minoría con 6%. Todas las bancadas tienen entre 10% y 11%; y 5% y 6%.

¿Ponerse de acuerdo entre bancadas y conocerse entre congresistas? No soy un optimista de lo que va a salir de este Congreso. Lamento mucho decirlo, pero no sé si será mejor o peor que el anterior.

Con respecto al Ejecutivo, la rotación de ministros es también algo que preocupa. Nunca hemos tenido tantos ministros de Energía y Minas. El sector se desarrolló producto de esa estabilidad de gente que se mantuvo en el puesto y que fue competente.

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Hoy día tenemos una rotación impresionante, pero también se ve en Educación y en Salud. Ciertamente cuando entra el presidente con su equipo de ministros, deberían de mantenerse.

¿Estos cambios le afectan o no al atractivo para las inversiones?

¡Por supuesto que afecta! La verdad es que la gente también quiere tener un rostro humano con quien tratar y cuando un ministro de Energía y Minas dura 6 meses o menos, ese inversionista dice “¿qué está pasando acá?”. También es cierto que el ambiente de inversión depende no solo de lo local, sino también del vecindario; y la verdad es que el vecindario está peor.

La rotación, la falta de estabilidad, lo que está sucediendo en Argentina (que no le quiere pagar al FMI), lo que ha pasado en Brasil, en Venezuela (es un desastre). Y entonces el Perú sigue mostrándose como un país más estable que otros. Pero eso no nos debe llevar a la satisfacción.

El Perú merece mucho más. Merece crecer al doble o al triple de lo que estamos creciendo. Tenemos que ponernos las pilas y dedicarnos a traer mucha más inversión.

Por cierto, la mayoría de inversión, es nacional. Cuando se habla de atraer inversión, es darle la confianza a nuestros compatriotas para que sigan invirtiendo en su país; merecen todo el respeto del gobierno y de la comunidad en su conjunto, los micro y pequeños empresarios para que sigan invirtiendo.

Del 100% de la inversión en el Perú, 80% es inversión privada, 20% es inversión pública. Y de ese 80%, el 80% es inversión nacional y el 20% es inversión extranjera, que viene con nueva tecnología, nuevos procesos y claro que debe ser bienvenida también.

Cuando me toca hablar en el extranjero, puedo darme el lujo de decir que en el Perú el 80% o más de la inversión son de peruanos entre público y privado, y que menos del 20% es inversión extranjera, la gente se queda sorprendida porque hay países que solo están pensando en la inversión extranjera. En el Perú cambiamos para bien, en el sentido de que lideramos la inversión.

¿Y cuál es ese beneficio que se tiene como país de que sean los propios nacionales los que pongan sus capitales?

Cuando la inversión extranjera ve que hay inversión nacional, dicen ‘en este país hay que confiar’, porque si el nacional no confía en su país, menos van a confiar los extranjeros. Es un atractivo, que por supuesto, demuestra cierta estabilidad. Quienes se van a quejar antes que los extranjeros, van a ser los nacionales. Y eso es un seguro real de la estabilidad del país.

Con respecto a la estabilidad del país, se basa en cuatro grandes pilares, que se han trabajado a lo largo de estos últimos años: Tratados de Libre Comercio (TLC) con 2/3 partes del Producto Bruto global. Más de 55 países tienen firmados TLC con el Perú y en cada uno hay un capítulo de defensa de la inversión. Tenemos grado de inversión y no todos los países en América Latina lo tienen. Somos parte de la Alianza del Pacífico, un grupo selecto de países con visión de economía de mercado que ha sabido funcionar a lo largo de estos años sin burocracia. Además, tenemos un Banco Central de Reserva, probablemente el más independiente que hay en el mundo. Y para bien del Perú, los Congresos de la República del Perú han ratificado en 3 oportunidades a Julio Velarde, quien es reconocido como el mejor banquero central del mundo. Contrato de estabilidad tributaria, grado de inversión, Alianza del Pacífico, independencia del Banco Central, son los grandes pilares de nuestro país.