Funcionarios de la empresa explicaron que planta de tratamiento de Chen Chen reduce cantidad de metales.
La Entidad Prestadora de Servicios (EPS) de Moquegua aseguró que el agua que distribuye a sus usuarios no contiene metales pesados. Un equipo técnico de la empresa salió ayer al frente para explicar y contrarrestar un informe que las autoridades de Salud entregaron al Consejo Regional el martes último.
Para el gerente comercial de la EPS, Raúl Linares Manchego, el recurso hídrico que distribuyen a la población es de buena calidad.
Durante su presentación ante los consejeros, el gerente regional de Salud, Óscar Galdós Rodríguez, señaló que el 80% de fuentes y puntos de captación para consumo humano contienen alta concentración de elementos minerales. Advirtió la presencia de aluminio, plomo, manganeso, arsénico, níquel, cadmio, fierro y boro, que en muchos casos superan los niveles o parámetros establecidos.
El informe lo emitió el área de Salud Ambiental, luego de realizar un monitoreo del agua en 2018.
Los representantes de la EPS hicieron una visita guiada en la planta de tratamiento de Chen Chen. Linares Manchego insistió en que los más de 21 000 usuarios —en el distrito de Moquegua y cuatro centros poblados: San Antonio, San Francisco, Los Ángeles y Chen Chen— reciben agua potable.
Walter Villasante, gerente de Producción, explica que el agua que viene de Pasto Grande es la que más minerales contiene. Hay momentos en que, para el hierro, alcanza hasta 2 miligramos por litro de agua, pero después del proceso de tratamiento se reduce hasta 0.2 miligramos, lo cual está por debajo de los 0.3 miligramos que es el límite permisible. Asegura que, para arsénico, ocurre lo mismo y se está separando hasta menos de 0.1 miligramos; de la misma manera, ocurre con el aluminio.
Linares y Villasante destacan que este nivel de purificación se está logrando desde que se cuenta con la planta de tratamiento de metales pesados implementada en 2015.
No obstante, aún hay vecinos que se quejan de que el agua brindada por la empresa no es de calidad.
Fuente: La República