- Hasta ahora, el análisis del currículum era una habilidad desarrollada por personas que identificaban el potencial de los postulantes.
Hoy en día, cuando envíes un curriculum, lo más probable es que un algoritmo con Inteligencia Artificial (IA) ya haya decidido si enviarlo o no. Según el informe Talent Trends Report 2024 de Randstad, el 66% de las empresas ya utiliza IA para optimizar sus procesos de reclutamiento y selección de personal.
“Lo que antes tomaba horas a un reclutador humano, hoy lo hace un sistema en segundos. El 84% de las organizaciones a nivel global planea aumentar su inversión en herramientas de IA en Recursos Humanos en los próximos tres años”, señala Patricia Paulet, subdirectora de las facultades de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
Hasta ahora, el análisis del currículum era una habilidad desarrollada por personas que identificaban el potencial de los postulantes a través de su trayectoria profesional y las señales de lenguaje. Sin embargo, hoy, estos criterios han sido incorporados a programas automatizados que no solo reproducen ese proceso, sino que lo perfeccionan con base en datos.
Estas soluciones tecnológicas no descansan ni se distraen. Están diseñadas para filtrar, clasificar y priorizar candidatos usando parámetros predefinidos. El resultado: más velocidad, menos costos y una reducción significativa de errores humanos. Incluso, algunos sistemas de IA pueden predecir cuánto tiempo podría permanecer un candidato en la empresa.
¿Qué significa esto para los profesionales?
Esta transformación no implica la desaparición de los reclutadores humanos, pero sí un cambio a gran escala de su rol. La tecnología ha dejado de ser una herramienta secundaria para convertirse en el eje central del proceso de selección. Hoy, la IA no asiste al reclutador, lo reemplaza en la primera etapa.
“Más del 70% de los procesos de preselección en empresas medianas y grandes ya están automatizados. Eso obliga a los postulantes a desarrollar una nueva competencia: entender cómo funciona un algoritmo de selección para saber cómo presentar su perfil profesional”, indica Paulet.
La experiencia y habilidades destacadas ya no son suficientes. Ahora, los candidatos deben adaptar sus currículums con palabras clave, formatos compatibles con ATS (sistemas de seguimiento de candidatos) y una estructura clara y directa. Algunos incluso simulan el envío de sus hojas de vida a bots de prueba antes de aplicar a un puesto real.
El equilibrio entre el juicio humano y la IA
Pese al avance de la IA, sus sistemas no pueden replicar la intuición y el juicio emocional del ser humano. Esto incluye la interacción humana, el liderazgo, la creatividad o el encaje cultural. Por ello, es necesario construir procesos que integren la labor humana y la tecnológica.
Adaptarse a esta nueva realidad no es opcional. Comprender y prepararse para interactuar con estos nuevos sistemas es lo que permitirá a profesionales y empresas seguir siendo competitivos en una era donde la inteligencia artificial es una realidad cotidiana.