Eduardo Ferreyros Kuppers

Eduardo Ferreyros Kuppers

ProActivo

El “Foro Energía” organizado por la Sociedad del Comercio Exterior del Perú (COMEX) fue clave para analizar las tendencias de mercados como el de electricidad, gas y petróleo con miras a las próximas décadas. En la jornada destacó la ponencia del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES) sobre la real capacidad de suministros eléctricos del país frente a la cartera de proyectos mineros y energéticos venideros. Para el COES las reservas de electricidad alcanzan para un crecimiento de la demanda de hasta 10 por ciento.

El presidente del directorio de COES, Cesar Butrón Fernández, graficó el panorama de la electricidad en el país. “Este 2014 a nivel de producción, el sector no experimentó el crecimiento proyectado de 10% y solo tuvo un alza de 5,4 puntos de energía (41,796 GWH), mientras que en términos de potencia tuvo un ligero aumento de 2,9%. (5,737 megavatios)”.
Adelantó que para el 2015 se proyecta un crecimiento de la energía eléctrica de 10, 2 por ciento, es decir 46, 055 GWH, y un incremento de potencia de 11, 6 por ciento equivalentes a 6,402 megavatios.

En general, con estas cifras se espera que entre el 2015 y 2018 aumente en 10,8 por ciento la energía y 9,8 por ciento en potencia.
Butrón comentó que la demanda de electricidad creció 2,9 % el año pasado y dijo que para el próximo quinquenio será fundamental asegurar un equilibro en el mercado entre la oferta y la demanda.

Demanda a futuro
Para este 2015 se espera que la demanda de electricidad sufra un alza de 4,7 %; y de cara al 2018 sea de un 5,8%.
En cuanto a la demanda por proyectos mineros y energéticos en el país a mediano plazo, sostuvo que en el norte peruano se requerirá 19 MW para el 2015, y 201 MW para el 2018 por proyectos como Cementos Pacasmayo-Fosfatos Bayóvar.
Además, en el centro del país proyectos como Toromocho en Junín demandarán la generación de 92 megavatios de energía en 2015 y 301 en 2018. En la zona sur, los proyectos mineros, entre ellos, Constancia (Cusco), Las Bambas (Apurímac) y Ampliación Cerro Verde (Arequipa) repercutirán en una demanda de 288 MW en 2015 y 942 en 2018.
“Se requieren 4,000 megavatios de generación para los próximos años. La generación de electricidad está centralizada y concentrada en Lima y el centro del país, por lo que se requiere un impulso para imitar proyectos como el nodo energético del sur en el norte peruano”, advirtió.

¿Alcanzarán las reservas?
Al respecto sostuvo que las reservas de electricidad alcanzan para afrontar un índice de demanda con un crecimiento hasta de 10 %. “Necesitamos un sistema equilibrado. Si las reservas eléctricas son reducidas no se satisface toda la demanda y los precios suben, pero tampoco debemos producir en exceso, ya que los precios se caerían provocando que a largo plazo no haya inversiones y se estanque el crecimiento”, concluyó.

El panorama gasífero
Por otro lado, el gerente general del Organismo Supervisor de la inversión en Energía y Minería (Osinergmin), Julio Salvador Jácome abordó el historial de 10 años de operaciones del proyecto Camisea y los réditos para el país.
“Tenemos 600 millones de dólares para el mercado interno y es suficiente. Hay una generación de valor de 42 mil millones de dólares de Camisea”, subrayó.
Sin embargo, a pesar de las alentadoras cifras y el significativo aporte del gas para regiones como Cusco, expresó que es clave afrontar el problema del mercado del gas natural, que es la sofisticación de los sistemas de transporte y distribución.
Alertó que las exploraciones han sido históricamente discontinuas, a modo de ejemplo, recordó que Camisea fue descubierta en 1980 y recién en 2004 empezó con el proyecto.
Cabe añadir que según la presidenta de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Beatriz Merino Lucero “todas las fuentes de los hidrocarburos representan un 64 % de aporte al PBI y su relevancia está por encima de sectores como pesca, saneamiento y electricidad; y al mismo tiempo, conminó al Estado y empresariado a dar un giro al timón de las políticas del sector petrolero dándole mayor protagonismo al rubro de hidrocarburos que considera está relegado.