Steve Hall,  Decano de la Facultad de Ingeniería de Minas de la Universidad de Curtin, Australia y Director Ejecutivo del Mining Education Australia

ProActivo

Los desafíos que tiene la Academia frente a la actividad minera están relacionados con los problemas  que afronta  esta  industria,  por lo que los profesores de las universidades tienen que entender las necesidades del sector, y las que son muy cambiantes de un día a otro, sostuvo Steve Hall,  Decano de la Facultad de Ingeniería de Minas de la Universidad de Curtin, Australia y Director Ejecutivo del Mining Education Australia (MEA por sus siglas en inglés).

“(En minería) todo cambia rápido porque hablamos de algo cíclico. Cuando hay un boom, los precios son buenos, hay mucho trabajo y luego se acaba el boom, los precios decaen, ya no hay tanto trabajo en el sector. Entonces, los retos surgen según este ciclo económico”, explicó el profesor en declaraciones a ProActivo.

Consideró que ante esa situación, se necesita  atraer a gente joven a la industria, los llamados nativos digitales, pues ahora se vive en un mundo digital a nivel industrial.

“La tecnología nos lleva a estos avances; con los sensores, el internet, la realidad virtual, los que ya se utilizan en la industria, y con los cuales están muy familiarizados los jóvenes”, explicó.

Sinergía con los graduados

Bajo ese marco, Hall expresó la necesidad de atraer a jóvenes talentosos en la materia para la industria minera, y educarlos en la investigación de tecnologías e innovación.

Siguiendo ese correlato, anotó que debe desarrollarse una verdadera sinergia entre la actividad minera y los graduados universitarios, para poder reclutarlos.

“Tiene que haber un enlace en utilizar los recursos y todo el conocimiento aprendido en la universidad para aplicarlo en las instalaciones y en la industria, y que nos ayude a resolver todos los problemas que afronta”, destacó.

Acotó que la idea es enfocarse en los graduados, reforzar las tareas de innovación e investigación por parte de los estudiantes del último año, y ver que las continúen durante las maestrías o doctorados.

Universidades lejos de las minas

El catedrático señaló que en Perú el problema para una mayor interacción entre la minería y la academia, es que la mayoría y mejores universidades se encuentran en las ciudades principales,  mientras que las minas están situadas en áreas remotas. “Entonces, los estudiantes y profesores tienen que hacer un gran esfuerzo para visitar las minas y conocer cómo son en realidad. Las universidades regionales tienen una ventaja porque tienen las minas un poco más cerca”, agregó.

Comentó que si bien ahora, a través de la realidad virtual los alumnos pueden conocer cómo se trabaja en las unidades mineras, no es lo mismo que ver todo eso “in situ”, palpar una mina, con lo cual el aprendizaje se refuerza.“No hay mejor experiencia para los estudiantes que conocer cómo es una  mina en el propio terreno de los hechos y ver cómo funciona esta industria. La idea es que vean ahí cuáles son los problemas técnicos reales que existen y sacar lecciones para resolverlos luego en los  laboratorios de las universidades”, ilustró.

Cooperación con Universidad Católica

Hall informó también que Curtin está renovando un memorándum de entendimiento (MOU) con la Universidad Católica peruana, para lo cual están viendo los puntos de la agenda correspondiente.

Refirió que Curtin forma parte de un consorcio con sus afines de Adelaida University, UNSW, Queensland University y Metal TertiaryEducation Council, con las que intercambian cursos.

“Son más o menos 12 años de antigüedad que tiene el consorcio, es único en el mundo y podemos así compartir la experiencia de los profesores que van por todo Australia”, detalló.

Anotó que los cursos compartidos son revisados y actualizados con la ayuda de la industria minera todos los años, facilitando la acreditación externa correspondiente.

“Algunos años atrás, tuvimos un proyecto de acreditación con dos profesores de Perú, dos de Colombia y dos de Ecuador que viajaron a Australia”, recordó.

“Tenemos entendido que este proyecto ayudó a la Universidad Católica a obtener la acreditación con ABET(AccreditationBoard for Engineering and Technology) de Estados Unidos. Que apoya a los graduados y  les ayuda a movilizarse por todo el mundo”, remarcó.