Oscar Aguinaga

Oscar Aguinaga, docente de la UPCH.

ProActivo | Ante un panorama de automedicación sin ningún tipo de control sanitario, la National Geographic Society ha otorgado financiamiento para evaluar el impacto en el medio ambiente del uso masivo de la ivermectina, droga veterinaria cuya protección contra la COVID-19 no tiene el sustento científico adecuado. Es probable la existencia de niveles preocupantes de dicho antiparasitario en el ambiente, poniendo en riesgo la vida silvestre e incluso los alimentos.

El estudio se desarrollará durante todo el 2021, iniciará con muestras en los ríos de Lima y se extenderá a otras regiones del país, señaló Oscar Aguinaga, investigador principal del proyecto y docente de Ingeniería Ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

Debido a la desesperación por encontrar una alternativa de tratamiento, el uso de la ivermectina se generalizó entre la población, provocando una automedicación masiva sin ningún tipo de control sanitario. Luego de su ingreso al cuerpo, el antiparasitario es liberado por la orina y heces, y estudios previos han demostrado su presencia en ríos, humedales y otros cuerpos de agua naturales.

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Efectos tóxicos

“Asimismo, se ha demostrado el efecto tóxico que tiene este medicamento veterinario sobre diferentes seres vivos como moluscos, peces, algas, entre otros. Esto quiere decir que es probable que en varios lugares del país haya niveles preocupantes de ivermectina en el ambiente, lo cual estaría contaminando la vida silvestre, incluyendo recursos naturales que nos brindan agua y alimentos”, contó.

Oscar Aguinaga manifestó que el proyecto que apoya la National Geographic Society busca generar la primera evaluación de la concentración de ivermectina en ambientes naturales durante una situación de pandemia y obtener resultados que puedan ser distribuidos a las partes involucradas a fin de generar conciencia y estrategias de mitigación.

“El estudio iniciará en Lima, pero ya estamos en conversaciones con otras instituciones dedicadas a la investigación para abarcar otras regiones del país. Por ejemplo, la Universidad Nacional de Cañete y la Universidad Peruana de Los Andes de Huancayo también participarán. Se espera que el proyecto genere datos sobre la contaminación ambiental provocada por medicamentos que nunca se han obtenido antes, debido a que atravesamos una pandemia sin precedentes”, refirió el especialista en contaminación ambiental de la UPCH.

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Investigación en pandemia

Como antecedente de este tipo de investigaciones se tiene a la pandemia de la influenza H1N1 en el 2009. Oscar Aguinaga relató que durante esa emergencia sanitaria se liberaron cantidades significativas de oseltamivir (el principal antiviral contra la H1N1) a los ríos y sistemas de alcantarillado, lo cual generó una enorme preocupación de la posible toxicidad sobre los humanos y la vida silvestre. Luego de varios estudios, se concluyó que se debía tener especial atención y vigilancia en lugares con sistemas deficientes de acceso al agua para las próximas pandemias. Aproximadamente, 25% de peruanos viven sin acceso a agua limpia ni alcantarillado por lo que existe una amenaza ambiental.

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“He venido realizando investigaciones sobre el comportamiento de contaminantes liberados por diversas industrias. Sin embargo, vi la necesidad de evaluar la cantidad de medicamentos mal utilizados que se vienen liberando al medio ambiente durante esta pandemia dado que el tema ambiental se está dejando de lado durante estos tiempos de crisis sanitaria y la National Geographic Society decidió apoyar la iniciativa través de su fondo de emergencia para la COVID – 19”, mencionó el doctor en biotecnología.

Agregó que el uso descontrolado de la ivermectina ocurre en todo el territorio nacional y la desinformación, que aqueja tanto a la población como a las autoridades, está empeorando el problema en todo el territorio. Por ello, es necesario la incorporación de otras regiones al proyecto, por lo que se espera que universidades e instituciones en otras partes del país se sumen a este estudio.

  • Estudio iniciará en Lima y también se contará con la participación de otras instituciones del sur y centro del país dedicadas a la investigación.