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El proyecto Quellaveco se ha convertido en uno emblemático para Moquegua y para el país. En su primer año de construcción se calcula que la inversión puede representar el 0.4% del PBI nacional y el modelo de desarrollo sostenible con el que ha sido concebido lo ubica entre los más importantes proyectos mineros en el mundo. Diego Ortega, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de Anglo American explicó a detalle sobre esos temas y los grandes retos del proyecto, incluso los relacionados al agua y al aspecto social.
Con miras a que el proyecto Quellaveco inicie operaciones en el 2022, Anglo American prevé convertir a la mina en un modelo en innovación y tecnología, habiéndose trazado metas muy ambiciosas que toma en cuenta temas de ambiente saludable, biodiversidad, cambio climático y agua.
“Para el 2020 tenemos que haber reducido emisiones a un 20% a nivel global, lograr un sistema de recirculación de no menos de 75% en todas nuestras operaciones en el tema de agua; y con respecto al uso de agua fresca tenemos que hacer una reducción del 20%; y esperamos reducir las emisiones de CO2 en un 22%”, explicó durante el Networking Breakfast & Conference “Proyecto Quellaveco: Avances y Desafíos”, organizado por la Cámara de Comercio Canadá Perú.
En el ámbito local, Ortega recordó que, tras la mesa de diálogo del 2012, se establecieron 26 compromisos enfocados en tres áreas: gestión de responsabilidad del agua, cuidado del medio ambiente y responsabilidad social, “con una inversión de S/ 1,000 mil millones en proyectos de la inversión social en general -medio ambiente, agua y desarrollo”.
La gestión del agua será positiva
El ejecutivo precisó que en la etapa de construcción –de cuatro años- acordaron con la Mesa de Diálogo asignar S/ 350 millones, a distintas actividades y obras entre las cuales resaltan el proyecto “Chilota Chincune”, y el sistema de almacenamiento del río Asana.
La inversión de Chilota Chincune, asciende a S/ 115 millones, su avance está al 97% y esperan comisionar el proyecto en julio. “Es parte de los acuerdos que se dieron en la mesa de diálogo”, informó.
Con respecto al sistema de almacenamiento del río Asana, dijo que se trata de “un sistema de captación de 2.5 millones de metros cúbicos para Moquegua”.
Explicó que el agua que requiere el proyecto viene de dos fuentes fundamentales, y una de ellas es la presa Vizcachas de donde se utilizarán 4 millones de metros cúbicos (MMC).
“La presa Vizcachas tendrán una capacidad de 60 MMC, ¿por qué tiene 60 si solo necesito 4? La capacidad de la presa fue originalmente concebida para 28 MMC pero, por acuerdo en la Mesa de Diálogo, se decidió llevarla a una presa de 60 MMC, con lo que podía desarrollarse el proyecto Chilota Chincune que posibilitaría la expansión agrícola de las Lomas de Ilo. Esa inversión de la empresa definitivamente permite que el 50% o más del agua que se pueda almacenar en esta presa gigantesca, sea también para proyectos de desarrollo”, ilustró.
Dijo también que la empresa evalúa adelantar los estudios del sistema de captación de 2.5 MMC del río Asana para Moquegua.
El aspecto social ocupa el primer lugar
Al ser consultado sobre la importancia para la empresa de los temas sociales, explicó que según el reciente reporte de riesgos mineros elaborado por la consultora Ernest & Young, por primera vez ponen como riesgo número uno, el aspecto social.
“No hay forma que hoy en día los inversionistas no consideren cómo piensan manejar el aspecto social para tomar decisiones de inversión. No hay forma de que no esté dentro del modelo de negocio”, expresó.
Anotó que hoy en día, “el área social tiene economistas, expertos en finanzas, ingenieros y abogados; porque definitivamente tenemos que entender expectativas e intereses y reformular nuestra forma de contribuir al desarrollo”.
Resaltó que de la misma manera como se asume y entiende los riesgos financieros y técnicos, hoy en día el peso que se le da al riesgo social es significativo y “el que no lo ve de esa manera, tiende a fracasar en el desarrollo de su proyecto”.
Canon y regalías
De otro lado, subrayó que el inicio de Quellaveco, previsto para el año 2022, “generará a partir del año 2023 entre canon y regalías, no menos de S/ 700 millones para la región”.
En la actualidad el impacto que genera el proyecto –en su primer año de construcción (2018- 2019) es de 0.4% del PBI. Y solo para infraestructura hídrica, ha invertido S/ 60 millones, sin considerar obras como el desvío del río Asana.
Al precisar sobre el proyecto minero y el río Asana, dijo que, por ser significativo y emblemático para la región de Moquegua, “quedó claro que no podíamos usarlo para desarrollar el proyecto, el río pasa y cruza exactamente por el medio de tajo”.
Desde el punto de vista técnico, pormenorizó que podía desarrollarse la mina con el río Asana pasando por el área de operaciones. “Obviamente al ser una preocupación para nuestros grupos de interés, por percepciones o temas sociales era muy difícil desarrollar el proyecto (de esa manera) y, decidimos invertir en el desvío del río, con un monto superior a los US$250 millones”, señaló.
Diego Ortega precisó que ya son unas 12 mil personas las que trabajan en la construcción del proyecto, de los cuales al mes de mayo 4,580 son moqueguanos; y de ese grupo, unas 3,000 son calificados entre operadores, profesionales y técnicos. “Sí generamos un impacto significativo en Moquegua”, acotó.
El empresario informó que en agosto tienen previsto iniciar un estudio socioeconómico de Moquegua y entender el impacto económico que genera la etapa de construcción de Quellaveco, como la construcción de hoteles, restaurantes, centros comerciales, y otros en Moquegua.
Será importante que las autoridades locales se preparen desde ahora para asegurar el mejor uso de los fondos que genere Quellaveco para Moquegua en canon y regalías.
