La minera Freeport-McMoRan Inc reportó menores ganancias el tercer trimestre, debido a que los temores de recesión y los cierres de COVID-19 en China afectaron los precios del metal rojo.
El cobre LME ha cedido un 30% desde que tocó un máximo histórico en marzo, manteniéndose en gran medida en un rango de entre 7,200 y 8,000 dólares desde finales de agosto, presionado por los brotes de COVID-19 en China, el mayor consumidor de metal del mundo.
El gigante minero, con sede en Phoenix, dijo que el precio medio realizado del cobre cayó un 16,7%, hasta 3,50 dólares por libra, al final del tercer trimestre, en comparación con el año pasado.
Los inversores apuestan por el papel fundamental que desempeña el cobre en la reducción de las emisiones, a medida que el mundo se orienta hacia una economía con menos emisiones de carbono. Sin embargo, los mineros están luchando contra el aumento de los costes y las limitaciones de la cadena de suministro.
Freeport dijo que los costes netos unitarios medios en efectivo de las minas de cobre de Norteamérica aumentaron un 40.6%, hasta 2.56 dólares por libra, en el trimestre que se informa, debido principalmente al aumento de los costes de energía, mano de obra, mantenimiento y suministros, y a los menores créditos por subproductos de molibdeno.
La compañía dijo que el beneficio neto atribuible a las acciones ordinarias cayó a 404 millones de dólares, o.28 centavos por acción, en el trimestre finalizado el 30 de septiembre, desde los 1,400 millones de dólares, o.94 centavos por acción, del año pasado.
Sin embargo, el beneficio ajustado de la minera fue de 26 centavos por acción, 2 centavos por encima de las estimaciones de Wall Street, según datos de Refinitiv.
La empresa, que explota Grasberg en Indonesia, una de las mayores minas de cobre del mundo, dijo que su producción trimestral de cobre aumentó un 7%, hasta 1.060 millones de libras recuperables.