Guillermo Shinno

Después de dos meses de cuarentena y del cierre total o parcial de muchos negocios, para evitar la difusión y contagio del covid-19, el Perú ha tenido un enorme impacto en su economía (caída del PBI de marzo en 16.3%, según INEI) y en la vida de las personas, quienes han visto, en el mejor de los casos, la reducción de sus sueldos o la pérdida del empleo, debido a que pocos lo han podido conservar sin variación alguna. Según fuentes del INEI, más de 1.2 millones de personas han perdido su empleo entre febrero y abril del presente año.

Ahora que el Gobierno viene implementan- do varias fases para reactivar la economía del país, la minería, sin lugar a dudas, es el sector que no solo puede dinamizar el resto de los sectores (construcción, manufactura, servicios, etc.), sino que volvería a mover una masa laboral importante. Según datos del IIMP, en el estudio “Beneficios actuales y potenciales de la minería en el Perú”, de julio del 2019, serían más de 1.4 millones de personas que de forma directa o indirecta laboran para el sector, que si se considera a cada uno de ellos como parte de una familia de cuatro personas, se estaría beneficiando a más 5.6 millones de ciudadanos, es decir, casi el 20% de la población del Perú.

Enhorabuena que el Gobierno consideró desde un inicio a la minería para que pudiera continuar sus actividades críticas, y sobre todo ahora en la primera fase de la reactivación de la economía, al menos para la gran minería, quienes esperan en los próximos dos meses estar al 100% en sus operaciones y poder recuperar la caída de producción tenida en el último mes del 23% (cifras del Minem).

Fuente: Gestión