Hitachi ABB Power Grids

En el marco del Día Nacional del Ahorro de Energía, la multinacional japonesa Hitachi ABB Power Grids explica cómo el proceso de digitalización de los transformadores reduce el consumo de energía en las empresas y genera otros beneficios operativos.  

Lograr eficiencias se ha vuelto vital en la actual coyuntura, ya que la pandemia ha golpeado severamente a las economías y a las finanzas de las empresas. Justamente, este 21 de octubre se celebra en el Perú el Día Nacional del Ahorro de Energía. Más allá de un recordatorio sobre una actuación responsable de los actores del mercado, esta fecha es también una llamada de alerta para que las organizaciones se vuelvan más competitivas. Sin duda, una manera efectiva de hacerlo es reducir el consumo de energía por medio de la digitalización.

Una pieza clave en el proceso de digitalización para ahorrar energía es el uso de transformadores digitales, equipos responsables de convertir la electricidad al voltaje que la empresa necesita para sus operaciones. De acuerdo con Héctor González, Service Sales Manager de Hitachi ABB Power Grids, empresa global líder en el sector energía, estos dispositivos pueden generar una reducción en el consumo de energía de 3% a 4%.

Estos equipos digitales evitan que las fábricas interrumpan sus operaciones debido a que las fallas en su funcionamiento pueden detectarse con anticipación. “Ello significa un gran ahorro de tiempo, dinero y energía para las empresas”, comenta el ejecutivo de Hitachi ABB Power Grids.

De acuerdo con González, los transformadores digitales también son eficientes, ya que realizan mantenimientos por condición y no por periodo. “Esto se traduce en menos interrupciones de las operaciones, un menor consumo de energía y tiempos de intervención menores, pues ya se sabe con exactitud la falla que se requiere corregir”, menciona. Además, estos dispositivos minimizan el riesgo de fallas catastróficas, ya que el monitoreo de los equipos se da de forma constante y de manera preventiva. Todo esto, además, hace que la vida útil de los transformadores digitales se prolongue, lo cual disminuye los costos de las organizaciones.

La nueva normalidad generada por la pandemia obliga a las empresas a promover el distanciamiento físico. Justamente, la digitalización facilita el trabajo remoto. Los transformadores digitales, al ser monitoreados e intervenidos a distancia, evitan el traslado de personas y reducen  los costos logísticos. “Ya no es opcional migrar hacia lo digital. Es necesario que las empresas usen equipos y desarrollen procesos digitales”, señala Héctor González.

Comprar transformadores digitales es hoy más eficiente. Según los especialistas de Hitachi ABB Power Grids, contar con equipos de fábrica puede ser entre 50% y 60% más barato respecto a convertir transformadores tradicionales en digitales. “Las empresas están tomando bastante consideración en eficiencia energética, no solo en transformadores. A veces conviene una inversión inicial mayor, pero que generará ahorros en el tiempo”, concluye González. 

La digitalización tiene el potencial incluso para reducir los gastos a nivel doméstico. De acuerdo con Walter Galindo, market manager de Hitachi ABB Power Grids, hoy muchas familias buscan de invertir en sistemas basados en tecnología digital que reduzcan su consumo de energía, como sensores de movimiento, temporizadores para la conexión y desconexión automática de equipos, sistemas de monitoreo inalámbrico de iluminación y tomacorrientes, equipos electrodomésticos digitales conectados inalámbricamente, entre otros. “La digitalización a escala doméstica impacta en el ahorro de energía”, dice Galindo.

Sin duda, la idea de que la eficiencia energética resulta cara para las empresas o para las personas es un mito. Por el contrario, aporta mayor rentabilidad a las organizaciones y reduce los gastos de los ciudadanos.

Tendencia local

De acuerdo con Walter Galindo, market manager de Hitachi ABB Power Grids, en el Perú hay un fuerte interés para adquirir soluciones digitales para el monitoreo del consumo de energía por parte de la gran industria, las empresas mineras y las compañías metalúrgicas. En el caso de los generadores, transmisores y distribuidores de energía, estas organizaciones están interesadas en tener sistemas de supervisión y control para optimizar sus redes a fin de evitar pérdidas.