Minera Shougang Hierro Perú financia construcción de Templo de Luren a través de OxI

Entre martilleos, soldaduras y descomunales vaciados de concreto continúa la construcción del templo de Luren, la iglesia emblemática de Ica. Según informó a El Comercio el consorcio encargado de la obra, la infraestructura está a un 38% de avance. Hace un par de semanas se instalaron las campanas de bronce en lo alto de la torre principal y, si todo marcha conforme a lo previsto, la iglesia podría estar lista en la próxima Semana Santa.

La iglesia del Señor de Luren –el patrono de Ica- empezó a ser construida en octubre del 2017, diez años después de que un terremoto afectara seriamente su estructura. Por pedido de la feligresía, las autoridades acordaron construir un templo idéntico al anterior, aunque con un mayor aforo. El Consorcio Señor de Luren –compuesto por las empresas Cosapi e IVC- ejecuta esta tarea que es financiada por la minera Shougang Hierro Perú bajo la modalidad de obras por impuestos.

La inversión para la construcción del templo bordea los S/38 millones. Y las cifras que rodean a la construcción son igual de vastas: en los muros verterán en total 3.400 metros cúbicos de concreto armado que serán reforzados con 330 toneladas de acero. En la zona de obras trabajan de lunes a sábado unas 140 personas entre obreros, arquitectos y restauradores de arte.

El nuevo templo se construye bajo normas de sismorresistencia que la califican como edificación esencial. Es decir, podría servir de refugio en caso de desastre, según el consorcio. “Dentro de esas estructuras están los hospitales, las universidades u otros centros educativos. Si ocurriera un sismo, las personas podrían ingresar a la edificación en vez de salir”, asegura Fernando Valdivia, el especialista en ingeniería estructural del Consorcio Señor de Luren.

De acuerdo a Valdivia, el antiguo templo de Luren fue una obra de mampostería erigida con ladrillos artesanales. “La torre era muy esbelta, por eso no había continuidad entre un nivel a otro. Durante el terremoto se desliza y cae. Por el impacto se abrieron los muros del templo, que eran bastante anchos, de 1,20 metros”, añade. En la nueva iglesia, en cambio, la torre se ha levantado con concreto armado que es vertido con enormes mangueras suspendidas con grúas.

En total, la nueva iglesia tendrá un máximo de 40 metros de altura, con su cruz.

-Recuperación de lo artístico-

En julio, El Comercio conoció los delicados trabajos de conservación de piezas artísticas que lidera el restaurador Carlos Fernández Ocampo en el templo de Luren. En su taller se encuentra, por ejemplo, el altar original de la Virgen del Carmen que ha sido desmontado por completo. Cada pieza de mármol ha sido codificada para ser puesta en su lugar original una vez que el templo esté terminado.

Asimismo, Fernández se ha encargado de devolver la belleza de los antiguos vitrales del templo. “Son piezas que estaban en mal estado. Después del terremoto sufrieron daños y les hemos dado restauración y conservación”, apunta el especialista mientras muestra un espléndido vitral de Santa Rosa de Lima.

“Estos vitrales fueron hechos con una técnica europea llamada grisalla. Con esta se daba sombra a las imágenes y se creaba el efecto de volumen. Es una técnica muy antigua que en Lima la realizaba la vidriería Santa Apología, que hoy ya no existe”, señala Fernández quien cuenta con un equipo de restauradores de la Escuela de Bellas Artes del Cusco.

Otro trabajo destacable es el que se realiza para devolver la belleza de las arquerías que rodean el templo en las calles Piura, Nasca y Ayacucho. Algunas piezas de las columnas han sido rescatadas y otras se han vuelto a diseñar con yeso. Según Fernández, las réplicas tendrán un color distinto debido a que no pueden ser confundidas con las originales por normas del Ministerio de Cultura.

El Comercio