Los operativos militares contra la minería ilegal en Madre de Dios, Perú, parecen estar finalmente dando resultados. Sin embargo, esta actividad sigue prosperando en muchas zonas, lo que indica que se ganó una batalla, pero no la guerra.

Según el más reciente informe del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (Monitoring of the Andean Amazon Project, MAAP), Fronteras de la Minería Ilegal, muestra la evolución de la extracción ilegal de oro en Perú a través de imágenes satelitales tomadas entre agosto de 2016 y octubre de 2019. Uno de los principales hallazgos fue que la minería ilegal disminuyó considerablemente en la región de La Pampa en 2019.

Sin embargo, no todas son buenas noticias. El estudio, que muestra la evolución de la extracción de oro en Perú a través de imágenes satelitales, también demostró que desde 2017 se deforestaron 2.150 hectáreas de selva amazónica peruana a causa de la minería, de las cuales 470, equivalentes al 22 por ciento, ocurrieron solo en 2019.

Este lugar ha sido considerado el epicentro de la minería ilegal en Madre de Dios y una de las zonas de mayor destrucción medioambiental a causa de la minería. Entre 2016 y 2018, las imágenes satelitales muestran el rápido crecimiento de la actividad y luego una pausa repentina a partir de febrero de 2019, seguida de una reducción de la deforestación en un 92 por ciento en los meses siguientes.

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Las principales áreas ilegales de extracción de oro en la Amazonía peruana. Mapa cortesía del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP)

Los investigadores afirman que la disminución de la actividad minera en La Pampa coincide con el inicio de la Operación Mercurio, una iniciativa multisectorial del gobierno nacional destinada a atacar la minería ilegal de oro en esa zona. La estrategia se enfocaba principalmente en la destrucción de maquinaria, campamentos y otros equipos utilizados para la minería ilegal.

Sin embargo, el estudio también demostró que desde 2017 se deforestaron 2.15 mil hectáreas de selva amazónica peruana (equivalentes a 2.9 mil campos de fútbol americano) a causa de la minería, de las cuales 470, equivalentes al 22 por ciento, ocurrieron solo en 2019.

Las zonas en las que se detectaron los mayores índices de deforestación a causa de la minería se ubicaron en otras regiones del sur de Perú como el Alto Malinowski (Madre de Dios), Camanti (Cusco) y Pariamanu (Madre de Dios). A esta última zona llegaron una gran cantidad de mineros que fueron desplazados de La Pampa por los operativos militares de la Operación Mercurio.

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Análisis de InSight Crime

Aunque es indiscutible que La Pampa era el lugar que concentraba los mayores problemas de minería ilegal a nivel nacional, la concentración casi exclusiva de las autoridades en esa zona permitió que la minería se fortaleciera en otros lugares o lograra expandirse en áreas del país a las que no había llegado antes, como los ríos Napo y Nanay ubicados al norte en el departamento de Loreto.

El Alto Malinowski, Camanti y Pariamanu son otras zonas tradicionalmente afectadas por la minería, pero donde el medioambiente se ha ido deteriorando rápidamente. Las autoridades han contemplado la posibilidad de ampliar el rango de la Operación Mercurio a algunos de estos territorios en el 2020, como la Reserva Comunal Amarakaeri (donde se encuentra ubicado Camanti), para prevenir la instalación de mineros desplazados de la Pampa en la zona.”

No obstante, estos lugares representan un desafío adicional para las autoridades porque han sufrido de bajos niveles de desarrollo, el abandono histórico del Estado, pues también han experimentado de un gran crecimiento en el número de hectáreas de cultivos ilícitos en los últimos años.

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En trabajo de campo realizado por InSight Crime en Perú, Carlos Neyra, periodista especializado en seguridad pública para el diario El Comercio, afirmó que existen estrechos vínculos entre la minería ilegal de oro, el narcotráfico y la tala ilícita de madera, especialmente en Puno. Estas economías ilegales son complementarias porque los madereros ilegales abren la selva para que entre la minería ilegal y luego el oro sirve para lavado de activos del narcotráfico. Además, en algunos lugares al sur del país, la droga que es trasladada a Bolivia con destino a Chile y Brasil se suele pagar con oro.

La Pampa se convirtió en un triste ejemplo de la destrucción que puede ocasionar la minería ilegal. El frenesí de la fiebre del oro hizo que los bosques fueran reemplazados por enormes lagunas de fango, mercurio y escombros, y que en prosperaran otras actividades ilegales como la explotación sexual.

Fuente: Insight Crime