El declive de la inversión en el sector de hidrocarburos en los últimos años ha generado preocupación y la necesidad de tomar medidas para impulsar nuevamente este importante rubro económico. En 2012, la inversión en hidrocarburos alcanzó los US$1,880 millones, mientras que en 2022 esa cifra se redujo drásticamente a solo US$326 millones, lo que representa una caída del 82%.
Lamentablemente, las perspectivas a corto plazo no indican una mejora en esta situación, ya que se han implementado medidas que alejan a los inversores privados en lugar de atraerlos. Un ejemplo de esto es la reciente aprobación por parte de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de un dictamen que declara de interés nacional la suscripción de contratos de hidrocarburos, permitiendo que Petroperú asuma la operación de lotes petroleros.
Ante esta medida, la directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Ángela Grossheim, ha manifestado la necesidad de generar un impulso que genere interés por parte de las empresas y promueva la competencia en el sector. Según Grossheim, la transferencia de los lotes a una empresa estatal como Petroperú va en contra de los objetivos de incentivar el sector, y en realidad, se está retrocediendo en lugar de avanzar.
Otro obstáculo importante que ha afectado la inversión en el sector de hidrocarburos en los últimos años es la excesiva tramitología y un marco regulatorio poco claro. Según la representante de la SNMPE, no se le ha dado la prioridad ni la atención necesaria a este tema, y la falta de una política clara y definida ha generado incertidumbre sobre el rumbo que se está tomando. Además, la conflictividad social en algunas áreas también ha sido un factor que ha afectado la inversión en exploración.
Ante esta situación, es crucial que se tomen acciones para revertir esta tendencia negativa. Es necesario implementar políticas claras y estables que fomenten la inversión y promuevan la competencia en el sector de hidrocarburos. Además, se debe simplificar y agilizar los trámites burocráticos para facilitar la inversión y promover la exploración de nuevas áreas. Asimismo, es importante establecer un diálogo constructivo con las comunidades y buscar soluciones a los conflictos sociales que puedan surgir.
La inversión en hidrocarburos es fundamental para el desarrollo económico del país y la generación de empleo. Es necesario trabajar en conjunto entre el sector público y privado para crear un ambiente propicio que atraiga la inversión y promueva el crecimiento sostenible de esta industria. Solo así se podrán aprovechar los recursos naturales de manera responsable y generar beneficios para la sociedad en su conjunto.