IPE proyecta una caída aproximada del 13% del PBI para el 2020

Desde que inició la pandemia, el Perú ha tenido las medidas más estrictas en comparación con otros países de la región, por lo que su economía fue una de las más afectadas. No obstante, con el reinicio de las actividades económicas, las cifras de crecimiento han presentado resultados cada vez menos negativos. Luego de caer 30% durante el segundo trimestre del año, la caída en julio fue de 11.7% y en agosto, de 9.8%. Dichos datos dan cuenta de que la economía peruana se está recuperando a un mayor ritmo que los pares regionales.

Las fuertes medidas de confinamiento durante el segundo trimestre generaron que los empleo se desplomen en 39,5% a nivel nacional en dicho periodo. Las zonas urbanas fueron las más afectadas por la paralización de las actividades productivas y las dificultades para buscar trabajo ante la inmovilización obligatoria. Esta cifra también fue mayor comparada a otros países de la región. En Chile, Colombia y Argentina, el retroceso de la PEA ocupada bordeaba el 20%, mientras que en Brasil fue de 10,7%, en el mismo periodo.

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Reinicio por fases

Para atenuar el impacto económico, el gobierno estableció el reinicio de las actividades productivas en 4 fases. La primera parte abarcó a los principales sectores como minería, pesca industrial, metalmecánica, entre otros. Sin embargo, este arranque fue limitado porque se presentaron demoras en la aprobación de protocolos de bioseguridad.

Las trabas para la reactivación hicieron que la economía se contrajera 32,7% en términos interanuales, cifra muy por encima a la de otros países latinoamericanos que se encontraban entre 15,2% y 20,1%. Fue recién en junio que se flexibilizaron las medidas para que las empresas retomen sus actividades. Como resultado de esta nueva estrategia, la economía peruana registró menores contracciones durante junio (-18,1%), julio (-11,7%) y agosto (-9,82), en comparación a los meses previos.

En particular, resalta que la caída de julio fue cercana a las cifras mostradas, en el mismo mes, por Chile (-10,7%), México (-9,8%) y Colombia (-9,6%), incluso fue menor que la contracción de Argentina (-13,2%). Asimismo, en agosto, la caída de la economía peruana fue menor a la chilena (-11,3%).

Efecto Reactiva

El menor retroceso de nuestra economía en los últimos meses demuestra que el Perú se viene recuperando pese a que fue el país más afectado durante el inicio de la pandemia. Este resultado responde al reinicio sostenido de las actividades empresariales acompañado de un escenario con las condiciones necesarias para el crecimiento, gracias a la fortaleza macroeconómica del país.

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Los créditos con garantías estatales de Reactiva Perú jugaron un papel importante durante la reactivación económica, ya que las empresas pudieron cumplir con sus obligaciones de corto plazo con sus trabajadores y proveedores.

Hasta el primero de octubre, se desembolsaron créditos por un total de S/ 55.104 millones. De los cuales, el 44% de las colocaciones fueron destinadas a las micro y pequeñas empresas, a pesar de representar 31% de las ventas en 2019. En total, las colocaciones de Reactiva Perú representan el 7,5% del PBI nacional, mientras que programas de créditos con respaldo del gobierno de países como Brasil, Chile y Colombia, oscilan entre el 0,8% y 4,2% del PBI.

En cuanto a las políticas monetarias, resalta la participación del BCRP que mantiene la tasa de interés de política monetaria en 0,25%, su mínimo histórico. Mientras que la tasa de referencia en Chile es de 0,5%, 1,75% en Colombia, y 2,0% en Brasil.

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La confianza de los empresarios también se está fortaleciendo pese a que cayó fuertemente durante los primeros meses de la emergencia. No obstante, aunque en septiembre mostró cifras similares a las de febrero de este año, aún se encuentra en terreno negativo.

Próximos retos

Se espera que en los próximos meses la economía nacional siga su camino hacia la recuperación. Ante esto, el IPE proyecta una contracción aproximada del 13% del PBI nacional, durante el 2020, seguida de un rebote de 10,6% durante el 2021.

No obstante, estas proyecciones consideran un escenario sin un rebrote significativo de contagios que desemboquen nuevas medidas de restricción, y la preservación de la estabilidad macroeconómica y financiera del país. Sobre este último punto, propuestas sin sustento técnico por parte de algunos actores políticos podrían poner en riesgo la estabilidad macro del país, cuya consolidación ha requerido años de disciplina fiscal y monetaria.