John Bradford (Colorado School of Mines)

ProActivo | John Bradford, vicepresidente de Iniciativas Globales y profesor de Geofísica en la Colorado School of Mines, nos recibió en los ambientes de la Escuela de Postgrado Gerens, en Lima, para brindar una entrevista exclusiva para ProActivo. La visita al Perú es de relevancia por el propósito de continuar con trascendentales convenios en el mundo académico de la minería, que tiene la prestigiosa Colorado con Gerens y con la Universidad Nacional San Agustín (UNSA). Pese a las complejidades que trajo el Covid, el doctor en geofísica llegó para atender una recargada agenda de progreso en el mundo académico. Aquí la entrevista que revela las particularidades de Perú que puede convertirse en un hub tecnológico, si se sabe aprovechar sus potencialidades.

Por Mónica Belling

¿Cómo es la relación entre la Colorado School of Mines, de la Escuela de Postgrado Gerens y la Universidad Nacional San Agustín?

La relación con Gerens es de larga data y se inicia desde el 2014. Nuestro vínculo está enfocado en los profesionales graduados, brindando apoyo al programa en administración y economía. Es así que, en función de expandir esa área, tenemos el programa de mineralogía, energía y economía. Queremos crecer en áreas como investigación económica y de políticas. Tal vez, extender con ellos nuestro rango educativo y las actividades. Nos gustaría mucho hacerlo.

Una de las metas que nos hace únicos es que trabajamos para integrar esas políticas y economía, con la experiencia técnica que viene de nuestros ingenieros de forma enfocada. En este corto periodo de tiempo que hemos trabajado con los estudiantes de Gerens, es clave tratar de enfatizar ese aspecto.

El proyecto con la UNSA, que es más reciente -tiene 2 años de antigüedad- está enfocado principalmente en la sustentabilidad en el sector minero y orientado a las operaciones de la pequeña minería. Los proyectos de investigación realizados son para Tratamiento de aguas, enfocado en peligros geológicos en áreas donde hay operaciones mineras.

También se realizan investigaciones en aspectos sociales y resolución de conflictos entre las operaciones mineras y pobladores locales que se ven impactados. Está orientado en asegurarse que las poblaciones del área de influencia directa a las operaciones mineras sean capaces de poder mejorar su estilo de vida y verse beneficiados a raíz de dicha actividad.

¿En la experiencia que tiene han analizado los temas de conflictividad?

Entendemos que es un aspecto significativo en Perú y esa es la razón por la cual hemos desarrollado programas a través del Payne Institute, que está especializado en resolución de conflictos.

La conflictividad con las operaciones mineras no ha terminado, las personas que viven en esas áreas no son únicas para Perú, también tenemos ese problema en Estados Unidos.

¿La preocupación principal también coincide en el tema del agua?

Es el principal aspecto junto con salud, para las personas que viven en el área (de influencia minera).

A medida que avancemos en la transición energética, será más demandante el suministro de minerales, y requerirá más minería. Los potenciales conflictos sociales debido a los impactos en la vida de las poblaciones locales van a crecer más adelante, así que debemos aprender a manejar estos conflictos de una forma más efectiva. Tal vez, algo más importante que el conflicto es cómo asegurarse que las personas que viven cerca a la operación minera no se vean impactadas como lo fueron en el pasado y que vean beneficios de este crecimiento.

El binomio minería y energía ¿se va a plasmar en los convenios de investigación con UNSA y Gerens?

Mientras vamos avanzando hacia el siguiente pico en 10 años, la minería y los minerales se convierten en inseparables del sector energético. Puedo decir que el enfoque primario (ahora mismo) del proyecto UNSA, es tratar de minimizar o mitigar los impactos sociales y ambientales en la industria minera, pero eso no puede separarse de la transición energética.

¿Qué competencias son requeridas para los profesionales de las actividades extractivas y en especial del sector minero?

Hay muchas cosas que se están volviendo más importantes. Una es tener habilidades fundamentales como ingeniero o científico. Al mismo tiempo, hay nuevas cosas que están surgiendo, análisis y ciencia de los datos; y la robótica, que son relevantes en la medida que el sector minero crece.

Los sensores remotos son clave, particularmente para la exploración, y en función del crecimiento de la demanda. Así como el reto y la necesidad de encontrar minerales más profundos. Son habilidades técnicas enfocadas.

Adicionalmente a esas habilidades, es importante que la gente entienda el impacto de su trabajo.

En la Colorado School of Mines, en el trabajo con GERENS y con la UNSA, creo que es importante precisar no sólo las habilidades técnicas principales, sino también entender que el trabajo que haces está impactando en las personas que están alrededor de ti.

También intentamos construir el sentido de entendimiento de políticas y economía en el sector, para que los estudiantes que se unan al programa entiendan el panorama del dónde trabajan y no solo sea una disciplina técnica.

¿Para cuándo tiene previsto retomar los cambios de Gerens a Colorado?

Lo más pronto posible. Es posible que los alumnos vayan a EE.UU., pero depende de la situación aquí y si las personas están preparadas para viajar. Es un maravilloso intercambio que tenemos y queremos continuarlo, con Gerens hemos conversado al respecto y una fecha tentativa retomarlo es en mayo del 2022.

¿Qué beneficios se producen por el intercambio entre las instituciones de Perú – Gerens y Colorado School of Mines?

Diría que los más grandes beneficios de venir a Perú son nuestra larga historia de desarrollo tecnológico, educación en ingeniería e integrar esas dos cosas. La  investigación académica en la industria es algo que traemos.

Una de las cosas que reconocemos que estamos aprendiendo aquí, es la importancia de que Perú tiene una economía energética hacia la baja y alta demanda de minerales. Creo que tenemos que entender el funcionamiento del sector minero en Perú, contribuir a eso y aprender lecciones en un país emergente y en crecimiento minero.

Tratamos de capacitar a la siguiente generación de ingenieros de minas en EE. UU., los estudiantes tienen que entender que hay una gran posibilidad de que trabajen a futuro en Perú.

¿Cuáles cree que serán los requerimientos para las empresas en los próximos 25 años, considerando todos estos cambios?

Deberíamos pensar en un menor tiempo. Opino que el sector minero atravesará una gran transición en 5 a 10 años y cambiará nuestra forma de pensar. La razón para eso es que las industrias están directamente relacionadas a la transición energética, los gobiernos, la gente, están demandando más cambios que los que vimos en el pasado.

Entonces, las empresas mineras en particular deben adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías, permitiendo un trabajo más eficiente, descarbonizando el sector a través de energías alternativas y adaptándose más rápido en la automatización de lo que lo han estado haciendo hasta este punto. Integrar la automatización con herramientas, data científica y análisis de datos, serán los temas clave. También hacer énfasis en la protección ambiental.

¿Cómo aprecia la aplicación de las nuevas tecnologías y diversas ciencias para hacer minería en Perú?

He visto que la adaptación a nuevas tecnologías ha sido esencial para la economía peruana.

Un reto para el sistema universitario peruano y las industrias que operan aquí, es la importancia que tiene Perú. Puede convertirse en un hub o centro tecnológico para innovación tecnológica, en vez de la idea de que nosotros traigamos nueva tecnología.

Perú podría convertirse en un centro de exportación de tecnología, en función de integrar los sectores que se tienen aquí.

¿Cómo se puede lograr mejorar la gestión del agua para esa coexistencia entre la agricultura y la minería?

Hay por lo menos 2 problemas, la competencia por el agua y el potencial de contaminación a través de las operaciones mineras, que lo convierte retador para la agricultura.

Es tal vez más sencillo de resolver, atender de forma temprana el impacto en el agua y cómo implementar las tecnologías para el tratamiento y preservación de su calidad. La competencia por el agua es muy retadora de resolver en Perú.