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Por Mónica Belling

“Lo que ellos necesitan es sentir que a la gente le importa lo que atraviesan”, sentenció Rosario Kiyohara, directora del hospital nacional Dos de Mayo. Y es que cuando la colectividad pierde lo que tiene, al caos y los servicios básicos en estado precario, se agrega el factor sicológico. Esa es la realidad de los damnificados por las torrenciales lluvias en diversos territorios del país.

Entre plásticos, maderas y polvo, los niños caminan en la zona El Pino, en Carapongo, buscan alimentos y esperan la ayuda… el río hablador retoma violentamente su cauce e ignora viviendas sólidas o frágiles. Contrariamente a lo que parece puede resolverse con titánicos esfuerzos por el abastecimiento de víveres, agua y ropa, ellos necesitan amor de la colectividad.

Rosario Kiyohara reveló a ProActivo que los niños son afectados por las lesiones infecciosas a la piel, pero por temor se niegan a ser atendidos y tienen que desarrollar una serie de trabajos de acercamiento, en los cuales la atención sicológica juega un rol importante. Juguetes como las pelotas y simples juegos son una forma de decirles a los niños que nos importan.

En medio de la seriedad del momento el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo compartió un juego con un pequeño, quien con la generosidad de la inocencia le ofreció compartir con él su bebida… la que ya no le gustaba.

A lo largo del recorrido a pie que hizo el ministro Tamayo, era evidente que la gente apreciaba la presencia física de la autoridad y que ésta a su vez, por el alto rango, movilizaba a las autoridades locales, quienes en varios casos fueron criticados por la falta de previsión, pues como dicen los antiguos pobladores, en cualquier momento el río retoma su cauce.

LOS BRAZOS HACIA UN OBJETIVO

Los reclamos de los choferes y pasajeros cuando una vía como la carretera central se interrumpe son interminables; sin embargo, una escena graficó lo que el país puede hacer si se une a un objetivo común, aquí lo que ocurrió al promediar el mediodía de ayer en el kilómetro 44 de la carretera central: Luego de habilitar un tramo la vía se vuelve a atascar por una mala maniobra, los gritos de enfado surgieron, hasta que un grupo de pasajeros y observadores decidió resolver el problema y un bus de más de 40 pasajeros puso ser retirado del fango con más de 40 brazos que se unieron en una fuerza hacia un solo sentido… El bus, a cuya base le habían puesto rocas, pudo salir y permitir que otros vehículos, en su mayoría de carga pesada puedan circular.

“Que no sea solo el momento, que sea una ayuda sostenible en el tiempo hasta que se pueda resolver los daños materiales”, invocó Kiyohara, en un pedido para que la colectividad en general, los tenga presente.

Recordemos que Evangelina Chamorro, la mujer que se levantó en medio del trágico huaico en Punta Hermosa, tuvo a su alrededor a un grupo de personas que la motivó a seguir luchando contra corriente y logró lo que aún parece imposible.

Entrevista a Rosario Kiyohara - Directora del hospital 2 de mayo