London Metal Exchange

El London Metal Exchange (LME) decidió apresuradamente cancelar miles de millones de dólares en operaciones en marzo del año pasado cuando los precios del níquel se descontrolaron, pero tenía mejores opciones, según abogados de dos empresas financieras que demandan a la bolsa en un tribunal de Londres.

En una audiencia de revisión judicial de tres días que comenzó en el Tribunal Supremo el martes, representantes del fondo de cobertura con sede en Estados Unidos, Elliott Associates, y del creador de mercado Jane Street Global Trading, argumentaron que el LME actuó ilegalmente al cancelar las operaciones realizadas el 8 de marzo del año pasado.

Exigen un total combinado de 472 millones de dólares en daños.

Los abogados de las dos empresas dijeron al tribunal que el mayor mercado mundial de metales industriales se equivocó al tomar medidas rápidas para eliminar las operaciones en la mañana del 8 de marzo de 2022, después de que el precio del níquel se duplicara en cuestión de horas.

Elliott y Jane Street afirman que el LME consideró que existían fuerzas de mercado racionales, como el impacto de posibles sanciones a Rusia como resultado de su invasión a Ucrania, lo que explicaría las importantes subidas de precios el 7 de marzo.

Sin embargo, argumentan que no investigó si los aumentos al día siguiente también eran racionales.

La abogada de Elliott, Monica Carss-Frisk, le dijo al tribunal que la decisión de cancelar las operaciones era “totalmente sin precedentes”.

El CEO del LME, Matthew Chamberlain, pasó solo 20 minutos en su teléfono móvil desplazándose por noticias y observando cómo subían los precios del níquel antes de decidir que el mercado estaba desordenado, según un documento judicial presentado anteriormente por Jane Street.

Elliott y Jane Street sostienen que los precios en alza fueron alimentados por un equipo de operaciones del LME que eliminó los límites de precio del níquel durante las operaciones asiáticas, pero el LME dice que esto no fue significativo.

La bolsa de 146 años ha afirmado que estaba justificado cerrar el mercado y cancelar las operaciones debido a que las llamadas de margen de 19.700 millones de dólares de lo contrario habrían llevado a la quiebra a varios miembros de compensación y creado un riesgo sistémico en el mercado.

“Las demandas involucran un ataque a la toma de decisiones experta y multifactorial de un organismo especializado… que implica juicios complejos realizados con la máxima urgencia en una situación única y de rápido movimiento”, dijeron los abogados del LME.

Dijeron que un análisis reciente ha mostrado que la situación era “aún más grave de lo que parecía en ese momento”, con pérdidas en posiciones en incumplimiento de 2.600 millones de dólares, lo que dejó al fondo de incumplimiento del LME con un déficit de 220 millones de dólares.