Miguel Cardozo (PERUMIN)

ProActivo | Miguel Cardozo, presidente de PERUMIN 36, señala que el mercado lo ocupará el que tenga proyectos más avanzados y listos para operar.

Alejado de cualquier clase de aletargamiento dentro del sector, Miguel Cardozo, presidente de PERUMIN 36, invoca tanto a empresarios mineros como a las autoridades gubernamentales, tomar acciones concretas para acelerar los permisos de exploración. “En diez años vamos a estar en una situación muchísimo más grave que la de ahora”, advierte en entrevista con ProActivo.

El futuro del cobre

El reconocido geólogo apuntó con entusiasmo el brillante porvenir del Perú ante un mercado que demandará mucha producción de cobre. Sin embargo, también siente que nuestro potencial está encadenado a trabas y entrampamientos normativos.

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Vemos con mucha claridad que a nivel mundial ya hay una tendencia marcada, decidida, definida e incursada por todos los países para mejorar las condiciones de vida en el planeta a través del combate al cambio climático. Sabemos también que esto implica hacer una serie de cambios en todo lo que son nuestras tecnologías para proveernos de electricidad. Ello significa una participación en este proceso importantísimo de los metales y sobre todo del cobre. Es prácticamente insustituible en este proceso y por lo tanto su demanda en los siguientes años, por lo menos hasta el 2035, se va a duplicar”, manifestó.

Ante esta doble demanda, Cardozo sostiene que no resulta tan sencillo ni tan rápido sacar adelante proyectos debido a su gran demanda de inversión y tiempo de construcción por lo que insta a la agilización de las trabas normativas a los proyectos mineros en etapa de exploración.

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“El mercado irá ocupando al que tenga proyectos listos para operar, más avanzados que todos los demás y que comienzan a operar en el muy corto plazo. Ese es el reto. Si vemos nuestro portafolio de proyectos importantes, en los próximos 3 o 4 años no tenemos un proyecto grande que esté listo para entrar en operación”, lamentó.

Una norma que traba

Cardozo apunta a simplificar, como punto de inicio, el proceso de obtención de los permisos ambientales en los proyectos que están en sus etapas iniciales. Ya que, como indica, el volumen de trabajo realizado en esta etapa es muy limitado.

“La norma tiene exigencias que no son aplicables a una etapa de exploración”, puntualizó.