Glencore ha diferido la decisión de seguir adelante con la distribución de dividendos propuesta para 2020, ya que los riesgos asociados con una recesión global y un choque masivo de demanda se incrementan.
La compañía minera anunció planes para recompensar a los inversores con $ 2.6 mil millones en distribución de efectivo este año, o $ 0.20 por acción. En cambio, dijo que estaba tomando medidas “prudentes” para proteger y fortalecer su estructura de capital en medio del período actual de mayor incertidumbre.
Glencore advirtió que, si bien actualmente no existen riesgos de interrupción de la producción de material debido a la pandemia de coronavirus, la situación podría cambiar rápidamente debido a las incertidumbres.
La firma también extendió sus actuales líneas de crédito para proteger su estructura de capital y generar flujo de caja libre.
El anuncio de hoy convierte a Glencore en el primer gran minero diversificado en dar un paso así con respecto a los retornos de capital. Otros, como BHP, Rio Tinto y Anglo American, no han comentado sobre los cambios en los dividendos o la interrupción de otros tipos de retorno de capital.
Glencore dijo que la decisión de reanudar el pago se tomaría más adelante en el año.
La noticia llega en un momento difícil para la empresa. Informó en febrero su primera pérdida neta anual desde 2015, ya que tuvo que aceptar un cargo por deterioro de $ 2.8 mil millones para reflejar el cierre de su negocio de cobre africano.
También sigue una descripción general de la auditoría del informe anual de la firma de 2019 en el que los examinadores encontraron “hechos relevantes” que pueden ayudar a las autoridades a progresar en las múltiples, pero separadas, presuntas investigaciones de corrupción y soborno dirigidas a la compañía suiza.
La semana pasada, detuvo varias minas más pequeñas debido a restricciones gubernamentales para frenar la propagación del coronavirus.
Si bien el anuncio de hoy será doloroso para los inversores, los analistas creen que refleja una situación que no es tan mala como 2015, cuando los principales mineros, particularmente Glencore y Anglo American, intentaban frenéticamente pagar la deuda y sus precios de las acciones cayeron en picado.