La industria minera está transitando hacia una nueva era de seguridad laboral gracias a la incorporación de modelos predictivos basados en inteligencia artificial. Estas herramientas tecnológicas permiten identificar riesgos antes de que ocurran, mediante el análisis del comportamiento, condiciones de trabajo y capacidades del personal, desde las etapas más tempranas del proceso de reclutamiento y formación.
En la primera mitad de 2025, la minería ha experimentado un aumento notable en accidentes laborales, especialmente en la minería subterránea, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem). Además, se han registrado muertes relacionadas con fallas en el suelo, explosivos y falta de bloqueo de equipos, lo que refleja la necesidad de mejorar las medidas de seguridad.
En un sector históricamente expuesto a condiciones adversas, los avances en inteligencia artificial (IA) han marcado un antes y un después en la forma en que se gestionan los riesgos humanos. Frente a estas problemáticas nacen sistemas inteligentes capaces de evaluar competencias conductuales críticas, como trabajo bajo presión, comunicación efectiva o resiliencia, y predecir potenciales desviaciones que podrían derivar en incidentes laborales.
“El mayor impacto de estos modelos es su capacidad para transformar una cultura reactiva en una cultura preventiva. No se trata solo de responder a un accidente, sino de anticiparse a él. Al integrar análisis de datos, simulaciones y métricas de comportamiento, se obtienen perfiles de riesgo mucho más precisos y objetivos”, señaló Felipe Sanhueza, CEO y cofounder de Pignus.
Estos modelos se integran a plataformas de entrenamiento digital que emplean simuladores inmersivos y entornos de realidad virtual. A través de estos entornos, se recrean situaciones de estrés, toma de decisiones críticas o trabajo colaborativo en condiciones similares a una faena minera real. La IA evalúa el desempeño de los trabajadores en estas simulaciones, entregando datos útiles para mejorar la formación, reforzar habilidades y, en algunos casos, filtrar perfiles de alto riesgo.
“Uno de los recursos más innovadores en este proceso es el uso de realidad virtual (RV) en la formación y evaluación del personal. Esta tecnología permite recrear entornos mineros complejos y potencialmente peligrosos sin exponer físicamente a los trabajadores”, añadió.
“A través de simulaciones inmersivas, los equipos pueden enfrentarse a escenarios como evacuaciones, fallas mecánicas o toma de decisiones bajo presión. Además de facilitar el aprendizaje experiencial, la RV permite capturar métricas de desempeño en tiempo real, que luego son analizadas por algoritmos para identificar oportunidades de mejora o posibles focos de riesgo”, concluyó Sanhueza.