Waldo Mendoza, ministro de Economía y Finanzas

ProActivoEl ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, destacó el avance de Perú en los últimos 30 años y que la minería es uno de los principales motores por lo que debe seguirse aprovechando.

El crecimiento económico de un país puede despegar siempre y cuando exista un ambiente de estabilidad macroeconómica, el cual ayudará a impulsar las inversiones privadas y las exportaciones. Tales como fueron los casos de China y Corea del Sur, naciones que en los últimos 30 años registraron impresionantes crecimientos de PBI. Así lo indicó el ministro de Economía y Finanzas del Perú, Waldo Mendoza durante el foro virtual “Economía peruana: La agenda pendiente tras el bicentenario”.

“China tuvo 8.3% de crecimiento en las últimas tres décadas. Corea del Sur 5.3%, Vietnam 5.1%. El promedio de crecimiento del mundo fue de 1.5%. ¿Cuál es la característica constante de los países que más han crecido en los últimos años? Ellos invierten. La inversión es la variable principal que guía el crecimiento económico. Estos países tienen una fracción grande de su PBI dedicado a la inversión. China invierte 40% del PBI, con esas tasas de inversión el crecimiento actual y futuro está garantizado. Corea del Sur 33%, Indonesia 32.9%, India 27.7%, entre otros. Son tasas que deberíamos intentar replicar. La economía peruana crecerá solo si hay estabilidad macroeconómica”, afirmó.

Rol de la minería en la recuperación económica

Mendoza remarcó que la receta para el crecimiento económico es clara ya que los países son atractivos para la inversión privada cuando generan el ambiente apropiado para que esas inversiones maduren.

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“No hay manera de que un país se desarrolle sin estabilidad macroeconómica. Cuando la inflación es alta, no hay manera de que la inversión florezca. La inversión en capital físico no es suficiente, la maquinaria moderna necesita ser operada por una mano de obra competente, calificada y educada. Por eso estos países han invertido un montón en capital humano”, dijo.

Con respecto a la recuperación económica del Perú, aún en proceso, Mendoza dijo que es vital cuidar y no subestimar a los principales motores de nuestro aparato productivo. “Perú es un país minero, hay que explotarlo con las mejores tecnologías sin dañar al medioambiente. Hace tres décadas no exportábamos casi nada, hoy exportamos un montón. A principios de los 90 teníamos toda la minería debajo del suelo. Este sector tenía dos características: una capacidad productiva inmensa y un mercado internacional acelerado. Con estas dos, se puede apoyar ese tipo de sectores. En los 90 se dieron leyes especiales para apoyar a este sector. Hubo un empujón estatal con leyes tributarias y demás”, recordó.

Otros motores para el país

En ese sentido, Mendoza indicó que Perú necesita más motores para continuar impulsando su economía. “El Perú no puede seguir funcionando solo con dos motores. Tenemos un gran potencial en varias actividades: la industria forestal es la primera. Tenemos muchas hectáreas disponibles, pero no exportamos. Tenemos un mercado internacional asegurado, valdría la pena apoyarlo. El sector acuícola es parecido. También está el turismo, Perú aparece bien parado en los rankings de atractivos naturales, pero en cantidad de turistas, aún nos falta”, declaró.

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Resaltó que la estabilidad macroeconómica que gozó el Perú durante los últimos 30 años ha sido vital para que Perú registre niveles de crecimiento mayores a los del resto de países de la región. “La década de los 80 fue la década perdida para América Latina y recontra perdida para el Perú. El PBI per cápita del 1981 a 1990 de Perú cayó a 3% por año en promedio. Perú tuvo una de las inflaciones más altas de América Latina, fue 1,224% anual en dicho periodo. Era un país sin estabilidad macroeconómica. A fines de los 80 teníamos una de las deudas públicas más altas de la región”, reseñó.

Un presente con BCR saludable

Mendoza indicó que “afortunadamente” las siguientes tres décadas fueron sustantivamente distintas para el Perú ya que fue el país que más creció en la región, sólo después de Chile. “El PBI per cápita anual fue de 2.6% entre 1991 y 2020. En términos de inflación, también Perú tuvo una inflación bajísima. Hace dos décadas que la inflación oscila entre el 2% anual, lo cual es importante para la inversión también. En materia de deuda pública, también nos fue muy bien. En el 2020, a pesar de que la deuda pública subió, somos uno de los países de la región con una de las deudas más bajas”, indicó.

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El actual jefe del MEF afirmó que actualmente las reservas internacionales netas que maneja el Banco Central de Reserva (BCR) se encuentran saludables. “Actualmente Perú tiene como RIN el 37% del PBI, que es la cifra más alta en América Latina”, dijo.

“La última crisis del 98 significó una salida de capitales y elevación sustantiva del tipo de cambio. El BCR miraba cómo se daba la crisis y no tenía cómo contenerla. Se cayeron varios bancos y la crisis duró casi tres años”, contó.

Agregó que “en 2008 una crisis 20 veces más grande que la del 98 llegó al Perú y casi ni nos dimos cuenta porque el BCR tenía un montón de reservas y pudo controlar el tipo de cambio. Pudimos pasar esa crisis sin mayores problemas”.

Finalmente, el ministro de Economía, Waldo Mendoza, resaltó el trabajo previo del MEF que, precisó, se consolidó y fortaleció en las últimas décadas. “Digo esto porque esencialmente la deuda pública que tenemos hoy es baja y manejable. En 1990 esta había subido un 89% del PBI. ¿Por qué es bueno tener una deuda pública baja? Por varios motivos. Cuando la deuda pública es baja y el país quiere prestarse, nos prestan a las tasas de interés más bajas. Si el Estado se presta a tasas de interés bajas, el sector privado se cuela a esas tasas bajas”, concluyó.