Gonzalo Quijandría (Minsur)

ProActivo | Gonzalo Quijandría, director de Asuntos Corporativos de Minsur, manifestó que bajo el concepto “gana-gana”, la empresa logró un acuerdo en un marco de desarrollo territorial entre la zona sur de Perú y la zona norte de Chile.

“Aquello que conocemos como territorio no tiene que ser una demarcación geográfica ni política de algún país”, dijo en declaraciones recogidas por ProActivo durante su participación en la ponencia “Del relacionamiento comunitario al desarrollo territorial: Experiencia en el Perú, promovido por el Centro de Estudios sobre Minería y Sostenibilidad de la Universidad del Pacífico.

Quijandría instó a trabajar también con las personas en los territorios, para lo cual presentó el caso de la mina Pucamarca (Tacna) de Minsur. “Fuimos llevándola (como sociedad) hacia el punto de olvidarnos un rato de las autoridades”, dijo.

Asimismo, instó: “Trabajemos con la gente y vendamos esta idea de visión territorial al territorio, que no tiene que ser necesariamente aquella demarcación geográfica y política que tiene el país. Lo podemos trabajar con el territorio”.

En ese sentido, narró cómo se gestó uno de los logros más resaltantes en el sector minero. Un acuerdo comercial binacional con Chile que favorece tanto al desarrollo de la mina de oro Pucamarca como al país vecino. “Uno se para en el tajo y está el hito 52, en Tacna. Trabajamos y coordinamos muchas cosas con el gobierno chileno a través de la Cancillería”, empezó.

“Nos dimos cuenta que consumíamos 20 litros de agua por segundo. Una operación de muy poco consumo, pero en esa frontera no hay esa cantidad. Antes de solicitar permisos a la Junta de Regantes tratamos el tema con Cancillería porque al frente está el volcán Tacora, en Chile, por el cual discurre el río Azufre, llamado así porque está repleto de este metal. Chile evapora su agua con unas fosas grandes de evaporación para que (el azufre) no toque sus aguas de cultivo. Más abajo están los valles agrícolas importantísimos del norte de Chile”, explicó.

Relató que ante esa situación acudieron a Cancillería para preguntar “¿cómo decirle a Chile que podemos usar esa agua al otro lado de la frontera?”.

“Estoy ante el volcán y el río naturalmente se desvía cruzando la frontera y luego vuelve a entrar a Chile. La Cancillería en Chile me preguntó si intentaba hacer un acuerdo Perú-Chile, porque no existe ninguno desde la guerra. El único fue el de Tacna y Arica. No existe uno solo de recursos compartidos entre ambos países, o no existía”, recordó.

En ese sentido dijo que, en la condición de mineros, prefirieron hacer un acuerdo en lugar de utilizar un recurso escaso que puede utilizar el agricultor en su junta agraria. “Así nos fuimos a Chile, que como país minero nos escuchó y reconoció que se trataba de una propuesta de ganar-ganar: ‘Te vas a llevar el agua que yo me gasto en evaporar y vas a hacer minería’”, contó.

“Ahora tenemos el acuerdo Perú-Chile para uso compartido del río Azufre. El primero desde el Tratado de Ancón. Lo hizo una empresa minera, porque eso es precisamente lo que tenemos en nuestro chip: desarrollo territorial. No importa que haya dos países que tengan una historia sea cual fuere, el territorio es uno. Tenemos impactos transfronterizos, sí. Tenemos que controlarlos, pero también tenemos recursos transfronterizos y podemos utilizarlos. Esa es la visión territorial”, precisó.

Un “pedacito” de Puno en el bolsillo de todos

“En Minsur, el estaño es uno de los minerales que producimos además del cobre y el oro. Está en el bolsillo de cada uno porque amalgama todos los circuitos. Son unos puntos plateados (soldaduras) en las tarjetas”, destacó.

Quijandría manifestó que Minsur es el primer productor de estaño en el Perú con una sola mina, San Rafael (Puno), y el primero del hemisferio occidental. “Si su computadora o su celular han sido producidos en este hemisferio, la posibilidad de que tengan un pedacito de Puno en su bolsillo es enorme”, comentó.