En la convención de Canadá, Perú ‘vende’ confianza y estabilidad jurídica para afrontar los conflictos sociales. “Los inversionistas no buscan proyectos perfectos”, dice el presidente de la delegación allí.
La caída de las utilidades mineras a nivel mundial hizo que se reduzcan drásticamente las inversiones en actividades de exploración, sobre todo en proyectos nuevos (greenfields), tanto de grandes compañías como de juniors. La situación se arrastra desdeel 2012, un año en el que las empresas sufrieron en paralelo el alza de los costos de operación.
En medio de este marco (la inversión en exploración cayó 16.6% desde entonces), el Perú busca atraer capital y recuperar el tercer lugar en el ranking de países con mayor inversión en exploración minera (atrajo el 7% en el 2009 y ocupó ese lugar, después de Canadá y Australia). El aliciente es que ya se habla de un rebrote en el mercado.
¿De qué manera la convención del Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC) –en la cual el Perú participa hasta hoy como auspiciador– contribuye a este objetivo?
Cualquiera podría pensar que el contexto desfavorable –al que en el caso peruano se le suman los conflictos sociales y la los problemas de permisividad– no propicia el ánimo de los inversionistas frente a la exploración. Sin embargo, según Jaime Bellido, presidente del comité organizador de la delegación peruana, éstos “no buscan entornos perfectos, sino proyectos con oportunidades para generar rentabilidad”.
“Sabemos que el Perú no es el único país que tiene problemas de conflictividad social. Pero ningún inversionista está buscando el lugar perfecto en donde no haya ningún problema. Lo que quieren los inversionistas es un clima de confianza y estabilidad jurídica trasversal a todos los sectores”, explicó Bellido. ¿Ello significa que los conflictos no son un problema? No. Pero el Perú –precisa Bellido– toma la actitud correcta al utilizar la vía legal para buscar las soluciones.
ATRACTIVOS EN EL MOMENTO ADECUADO
Pese a las circunstancias, el Perú se ha propuesto duplicar la cartera de inversión en proyectos mineros en los próximos 20 años. “Nuestro país es polimetálico, como no lo es ningún otro en Latinoamérica, y suma otros aspectos que lo hacen competitivo, como costos de energía razonables y mano de obra calificada. Eso atrae inversión”, destaca Bellido.
El escenario es propicio para poner en vitrina las cualidades de las minas a explorar en el Perú y aprovechar lo que podría ser sólo un tímido repunte de los ánimos y no un restablecimiento sostenido del interés de los inversiones en proyectos de riesgo. De allí que Bellido destaque la presencia en el evento de voceros del Estado, que vienen explicando qué está haciendo el Gobierno “para dinamizar y destrabar” las inversiones en el sector minero.
Muchas empresas de exploración requieren liquidez para salvarse. Pero las nuevas apuestas se centrarán en las que ya tienen proyectos seguros en camino y la parte especulativa tendrá que esperar. En medio de ello, Perú –que captó entre el 5% y el 7% de los US$ 17 mil 500 millones de inversión en exploración en el 2013–lucha por una posición preferencial.
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