Claudia Cooper

ProActivo | Aunque tiene riqueza minera, Cajamarca ha pasado a ser la segunda región más pobre del país, luego de Ayacucho. Pese a ello, su producción metálica se mantiene estancada desde hace más de una década, por lo que urge lograr un consenso entre sus actores para que dicha región retorne a la senda del crecimiento minero y progreso general, sostuvo la presidenta de PERUMIN 35, Claudia Cooper.

“En realidad Cajamarca desde el 2011 tiene un PBI que no ha venido creciendo como en el resto del Perú; y una de estas razones es que la producción minera empezó a decrecer desde esa fecha. Se acabó el círculo virtuoso. Entonces, también “se estancó la reducción de la pobreza y los indicadores sociales”, explicó al interpretar las exposiciones realizadas por expertos durante el evento Rumbo a PERUMIN 35: “Consensos para el progreso”.

La economista destacó que el Perú tiene hartos recursos y normativas que nos permiten ser competitivos en minería a nivel mundial, y que de la cartera de proyectos que tenemos por casi 56 mil millones de dólares, un tercio se encuentran en Cajamarca, “siendo la región con más proyectos del Perú, que ojalá puedan ver la luz”.

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Altos precios de metales

Cooper consideró que es menester aprovechar el actual contexto maravilloso de altos precios de los metales, sobre todo del cobre, para poner en marcha los grandes proyectos que están a la espera de concretarse. “(En base a esos proyectos) hay indicadores que estiman que el empleo podría multiplicarse por siete, la reducción de la pobreza podría llegar a un dígito; y, además, hay que considerar que las minas se agotan y que en algún momento, las que hoy están produciendo, van a cerrar sus operaciones”, manifestó en declaraciones recogidas por ProActivo.

Crisis de confianza

La presidenta de Perumin 35, afirmó que es menester asumir con “eficiencia y coraje” el desafío orientado a superar la enorme crisis de confianza existente entre los actores relacionados con la actividad minera, para su más pronto crecimiento.

“Las brechas sociales alrededor de las zonas de influencia de los proyectos mineros no se pueden resolver y eso hace muy difícil el desarrollo de la industria. Necesitamos una estrategia social de mayor cooperación entre los actores, y ya se ha visto que cuando esta se da, hay menor incidencia de conflictos. No se trata de reemplazar al Estado, sino de promover que esté presente y mejor”, argumentó.

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Valor compartido

Dijo que en tal sentido, las empresas tienen que mejorar y optimizar la gestión de los compromisos con las comunidades de su alrededor, orientándose hacia un pleno desarrollo sostenible “que sea parte de lo que se llama el valor compartido”.

“Es decir, cambiar la actual responsabilidad social corporativa que es más de alcance asistencialista, y que impide que las comunidades del entorno de las minas  puedan llegar a un auténtico desarrollo socioeconómico y ambiental.

Al respecto, apuntó que las mineras han aportado grandes sumas de dinero  por canon y otros conceptos que “no se  han utilizado o se han utilizado mal”.

“Cuando hay más inversión privada, hay menos población pobre. Y, además, la ley agraria ha reducido la informalidad y ha aumentado el ingreso a los trabajadores”, agregó.

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Reactivación de Cajamarca

Claudia Copper manifestó que, aunque será muy difícil recuperar el crecimiento minero y productivo en Cajamarca, es imperioso comenzar, atendiendo urgentemente el tema de cómo empezar a reactivar la principal fuente de ingresos, que es la minería.

“La producción minera está en 25% del nivel pre pandemia, sobre todo en oro. Es imprescindible sacar los nuevos proyectos para revitalizar el crecimiento. Sin minería no va a haber ingresos, canon e inversión pública”, acotó.

Asimismo, señaló que en el Índice de Competitividad Regional (INCORE), Cajamarca está muy mal, en el puesto 21, y aunque ha mejorado dos puntos recientemente, todavía está muy por debajo del promedio que tuvo cuando tenía gran crecimiento minero.

“Hay retrocesos en el entorno económico y en salud. En 5 de los 6 pilares, aparece por debajo del promedio nacional. Solo está por encima en el  institucional. En el acceso a internet, está en el puesto 19, lo cual es muy grave porque este factor atenta contra la educación,  que tiene que seguir siendo virtual en mayor proporción”, remarcó.