Se espera que Petroleo Brasileiro SA, como se conoce formalmente a la compañía, anuncie un presupuesto de capital para 2017-2021 de US$82.700 millones, o un promedio de US$16.600 millones por año, según la estimación promedio de ocho analistas encuestados por Reuters.
Ese sería el menor presupuesto de capital de Petrobras de cinco años desde 2006 y un 16% más bajo que el plan 2015-2019 revisado en enero por la compañía con sede en Río de Janeiro.
Los recortes formarían parte de la lucha del presidente ejecutivo, Pedro Parente, por controlar la deuda de la empresa de casi US$125.000 millones, la mayor en la industria petrolera mundial, y enfocar el gasto en la exploración y producción de crudo necesaria para poder pagarla.
“Este plan es muy importante para establecer expectativas en una compañía que ha consistentemente incumplido sus expectativas”, dijo Luana Sigfried, analista de gas y petróleo en Raymond James en Houston.
Los esfuerzos de Parente se ven complicados por la caída de los precios del petróleo a su menor nivel en una década, un escándalo de corrupción que ha socavado la confianza de los inversores, enormes pérdidas en refinerías y subsidios domésticos a los combustibles.
Petrobras dijo la semana pasada que su consejo directivo evaluaría el plan el lunes, que está en desarrollo desde junio. Si fuera aprobado, se espera que la empresa lo difunda inmediatamente.
“Este plan es muy importante para establecer expectativas en una compañía que ha consistentemente incumplido sus expectativas”, dijo Luana Sigfried, analista de gas y petróleo en Raymond James en Houston. “La compañía tendrá que recortar mucho para mostrar que está siendo realista, pero no tanto como para que su producción futura caiga demasiado”, agregó.
Combinada con una promesa de vender US$15.000 millones en pozos petroleros, gasoductos y otros bienes para fines de año y US$43.000 millones hasta 2018, Parente dijo que espera que el plan destine el efectivo a los descubrimientos gigantescos de petróleo mar afuera ubicados al sur de Río de Janeiro.
América Economía