PROPUESTA. Autoridades plantean que sean comuneros quienes determinen si aceptan o no proyecto de Bear Creek.

PROPUESTA. Autoridades plantean que sean comuneros quienes determinen si aceptan o no proyecto de Bear Creek.

Puno.El 26 de mayo se cumplen tres años del “Aimarazo”, y para las autoridades de Puno la ocasión es propicia para darle oportunidad a la población del distrito de Huacullani, provincia de Chucuito, que decida sobre el destino de la mina Santa Ana, de la canadiense Bear Creek.

La propuesta está basada en que el Poder Judicial ordenó que la empresa retome su proyecto porque al habérsele cancelado los permisos se vulneró sus derechos empresariales. La decisión fue dispuesta por la primera Sala Constitucional de Lima.

El presidente regional, Mauricio Rodríguez, consideró que el fallo guste o no, tiene que cumplirse. Precisó que los comuneros de Huacullani son los únicos que tienen que decidir la suerte del proyecto. “Si no quieren al proyecto, que lo diga la población de Huacullani, y no personas que tienen intereses políticos”, dijo.

Al alcalde de Huacullani, Braulio Morales, coincidió con Rodríguez. El edil pidió que se les dé la posibilidad de decidir. “Si el pueblo dice no, eso se tiene que respetar, pero no queremos que los políticos hablen por nosotros”, anotó.

Para el representante de la Defensoría del Pueblo en Puno, Luz Herquinio Alarcón, el caso Santa Ana no debe ser usado políticamente.

 

El vicepresidente corporativo de la empresa Bear Creek Mining, Andrés Franco, en diálogo con La República, sostuvo que si las comunidades de Huacullani no dan su venía, no retomarán Santa Ana.

Destacó la necesidad de instalar una mesa de diálogo para que la empresa exponga los lineamientos de sus estudios que realizaron, y compromisos que están dispuestos a asumir. “Nos sometemos a lo que digan los pobladores”, dijo.

La República