REDES_ELECTRICAS

OPINIÓN
Oscar González Estrada

El miércoles pasado se llevó a cabo, en Santiago de Chile, el Foro de Complementación Energética Chile-Perú, con la participación de empresarios y expertos de ambos países. El evento se desarrolló en el marco de la XII Reunión del Consejo Empresarial Chileno-Peruano, el que viene jugando un papel importante en el impulso de las relaciones comerciales y económicas. Los resultados así lo indican, ya que el comercio bilateral ha crecido a una tasa anual de 14.8%, entre el 2003 y el 2012, llegando a casi US$ 4,000 millones, y las inversiones chilenas en Perú ya suman los US$ 12 mil millones, mientras que las inversiones peruanas en Chile bordean los US$ 7,000 millones.

Vale destacar que la tarea de este consejo de impulsar el comercio y las inversiones no solo está quedando en estos rubros, sino que está dando un paso más al abordar las posibilidades de una integración energética, que es un tema sensible y complejo, y de gran trascendencia para el desarrollo de ambos países. En ese sentido, el sector privado deberá seguir siendo un actor activo en este propósito.

Una de las conclusiones a las que llegaron los empresarios en el foro es que la integración y complementariedad energética entre Chile y Perú, puede convertirse en un agente catalizador que incentive, afiance y consolide el desarrollo de infraestructura que resulta de gran relevancia para ambos países y que en un mediano plazo pueda dar pie a complementariedades que vayan más allá del sector energía.

Asimismo, creen que la interconexión energética de ambos países supone grandes retos que van desde armonizar regulaciones, integrar redes energéticas, invertir en el desarrollo de nueva infraestructura en el norte de Chile y en el sur del Perú, lo que redundará en beneficio de las poblaciones que allí se ubican, incrementando el comercio, generando valor y afianzando las relaciones bilaterales.
Sin mucho ruido político nuestro país ya tiene un acuerdo de integración en el campo de la energía eléctrica con el Ecuador, y a su vez este país le abastece de energía a Colombia. Además, la integración energética está dentro de los objeticos de la Alianza del Pacifico y es muy positivo que los empresarios peruanos y chilenos tomen la iniciativa de ir sentando las bases para lograr avances en este campo.

En el caso de nuestro país una posible integración energética con Chile podría acelerar la utilización del gasoducto del sur al instalarse nuevas centrales térmicas para abastecer al país vecino y sería un incentivo para ampliar la exploración gasífera en los lotes aledaños a Camisea para confirmar mayores reservas de gas natural. La tarea de lograr esta integración no será nada fácil, pero se están dando los primeros pasos.

Fuente: Gestión