(Foto: La República)

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El primer día de paro indefinido en el Valle de Tambo (Islay) en contra del proyecto minero Tía María fue pacífico. Alrededor de 4 mil pobladores de diversas zonas del valle se concentraron en el distrito de Cocachacra, jurisdicción que albergará al proyecto cuprífero. El tránsito, desde las primeras horas de ayer, fue restringido y las labores escolares se suspendieron hasta nuevo aviso.

Todo Islay quedó prácticamente sitiado por 2,500 efectivos que llegaron desde Arequipa, Cusco, Puno y Tacna para controlar posibles desmanes. 

El jefe de la Región Policial, general PNP Enrique Blanco, tras sobrevolar en helicóptero la zona, llamó a la calma y pidió a la población retomar el diálogo a través de la mesa de desarrollo que promueve el Ejecutivo y el Gobierno Regional de Arequipa. 

Pero los manifestantes mantienen una posición radical. Remarcan que solo levantarán la protesta si el Gobierno anuncia el retiro definitivo de  Southern del valle. Amenazan con radicalizar sus acciones de lucha. “Permitiremos otras inversiones como la petroquímica, pero la mina no”, dijeron.

En un hecho paradójico y no menos cuestionable, el alcalde de Islay pidió licencia a su pleno de regidores para poder participar en el paro. Es que la ley prohíbe a las autoridades electas por voto popular a formar parte de este tipo de medidas.

El burgomaestre provincial, Richard Ale Cruz, se ausentará por 4 días del palacio edil de Mollendo para respaldar a los antimineros. Hoy, el alcalde de Cocachacra, Helard Valencia, haría lo mismo.

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Sin embargo, ayer Ale Cruz no tuvo participación visible en el paro. Probablemente ante el temor de ser detenido por la Policía. 

Según trascendió, los efectivos destacados en el valle tienen la orden de detener a los dirigentes de la huelga si se les observa incitando a actos de violencia. 

Es así que solo el presidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tambo, Jesús Cornejo, y el dirigente Pepe Julio Gutiérrez, dieron la cara e intentaron organizar a los manifestantes.

MULTITUDINaRIO

La jornada de protesta se prolongó por casi 10 horas. A las 5 de la mañana, pequeños grupos bloquearon la zona conocida como El Boquerón, paso que une a Cocachacra con Mejía y Mollendo. En un inicio, el paso de unidades estuvo restringido, pero tras conversar con efectivos que custodiaban el lugar, la población optó por permitir el tránsito. 

Pasadas las 10.00 horas, diversos grupos comenzaron a trasladarse hacia la Plaza San Francisco (Cocachacra), donde sería la concentración principal. Debido a la ausencia de “cabezas” dirigenciales, por momentos la huelga parecía ser un rotundo fracaso. Los ánimos se encendían más por el intenso calor que por la consigna del paro.

No obstante, a las 11.00 horas apareció el alcalde Jaime De la Cruz, custodiado por sujetos de apariencia temerosa que impidieron que la prensa lo entreviste. 

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En tono desafiante pidió a la población no cesar en su lucha y negó que los dirigentes hayan contratado a “matones”, desde Puno, como indicaron algunas fuentes policiales. 

“Han querido ingresar al camal municipal para ver si los ocultábamos allí, no los hemos dejado porque era un abuso”, dijo en un breve mitin. Luego se fue raudamente.

Una hora después, cuando parte de los protestantes se disponían a irse, Cornejo anunció que Richard Ale llegaría desde Mollendo para apoyarlos, ello devolvió el vigor a los antimineros. Minutos más tarde, una caravana de unidades repletas de personas, llegaron desde Mollendo para reforzar la protesta. Ale Cruz no apareció. 

CARAVANA

Con los ánimos renovados, pasadas las 13.00 horas, miles de agricultores marcharon por la avenida Libertad de Cocachacra en una movilización que denominaron de “concientización”. 

Luego, en diversas unidades recorrieron los distritos de Punta de Bombón y Deán Valdivia, donde fueron recibidos por la población que salía de sus casas para aplaudirlos e incluso invitaban gaseosas a los huelguistas, como señal de apoyo. El frente de Defensa del Valle no ha descartado radicalizar las medidas de protesta. 

La idea es bloquear y paralizar toda la provincia.       

Claves

El viernes de la semana pasada se instaló una mesa de desarrollo en Mejía con la presencia de tres ministros. La idea era frenar el paro que inició ayer.

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Para los antimineros, la mesa fue impuesta y por eso no la consideran.

Marchan en Arequipa en apoyo a paro de Tambo

Arequipa. Un grupo de 50 personas en la ciudad marcharon en apoyo al paro indefinido en contra del proyecto cuprífero Tía María, medida que arrancó ayer en el Valle de Tambo (Islay).

En la movilización, que estuvo encabezada por el presidente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Arequipa (APPA), Jorge del Carpio, se  quemó un muñeco en representación de la empresa minera Southern a cargo del proyecto Tía María.

La protesta se hizo, frente a la Catedral, en la Plaza de Armas.

“Nuestra marcha es un acto de identificación con nuestros hermanos de Islay que luchan por una causa justa. Es mentira que la minera no los va a contaminar”, señaló el dirigente.

Del Carpio no descartó que un grupo de personas viajen al distrito de Cocachacra (Islay) para aunarse a la protesta en el valle de Tambo. 

Exigió que no haya represión por parte de la Policía. Durante la movilización por calles del Cercado, se generó congestión vehicular.

Por su parte el consejero de Islay, Mauricio Chang, señaló que el paro no tiene “asidero” ya que se instaló una mesa de diálogo con altos funcionarios del Gobierno para tratar de solucionar el conflicto.   

La República