(Foto: Getty Images)

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Hace exactamente un mes, el 20 de junio, el ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas, anunció –con datos del Departamento Nacional de Estadística (DANE) de su país– que la economía colombiana reportó un crecimiento de 6,4% durante el primer trimestre del año. Este índice supera, según palabras de Rodrigo Botero, columnista del diario El Colombiano y ex ministro de Hacienda de este país, al de las naciones latinoamericanas y se compara favorablemente con el de las emergentes del resto del mundo.

 

“En este caso, no se trata de la recuperación posterior a una experiencia recesiva.  Por el contrario, ha habido una intensificación del ritmo de crecimiento”, ha mencionado Botero en una de sus columnas.

Durante el 2012, Colombia creció 4%; el año pasado su economía se expandió hasta 4,3%, según el DANE, y las previsiones al cierre del 2014 es que cierre con un 4,7%.
Pero el crecimiento del socio del Perú en la Alianza del Pacífico no es solo de un trimestre, sino que se trata de una tendencia que comenzó en el 2001 y que según el Fondo Monetario Internacional(FMI), se debe a las políticas exitosas macroeconómicas implementadas por el Gobierno Colombiano.

Pero lo más especial de este incremento de 6,4% es que se ha suscitado en un período muy particular: etapa electoral; momento en el que, por lo general, los inversionistas deciden esperar y ver los resultados de quién sale electo presidente para, dependiendo de ello, tomar decisiones respecto de continuar o emprender la retirada.

Entonces cabe preguntarse ¿qué medidas ha implementado Colombia para crear un ambiente de confianza y que su economía siga avanzando, a pesar de la coyuntura electoral y el mal temporal económico que atraviesa el mundo?

CERRAR BRECHAS
Ricardo del Aguila, socio de la consultora Ernst & Young, explica que a diferencia de otros países de América Latina, nuestro vecino del norte ha hecho su tarea en cerrar brechas para alcanzar las regulaciones más eficientes en las cinco áreas que evalúa el informe Doing Business del Banco Mundial: apertura de una empresa, obtención de permisos de construcción, registro de la propiedad, pago de impuestos y comercio fronterizo.

“Desde hace ocho años Colombia ha tomado medidas para mejorar su entorno regulatorio, fortalecer sus instituciones e incentivar la inversión. Esto ha traído como resultado ser la economía latinoamericana que más ha avanzado en cerrar estas brechas”, responde Del Aguila.

Este mejoramiento del entorno ha marcado el campo para que sectores como el de la construcción tengan un avance de 17,2% en el primer trimestre del año, el cual que es considerado por Luis Fernando Gómez, director del Consejo Empresarial Colombiano en el Perú, como histórico. “El sector construcción no tenía este crecimiento desde el 2007. Ha superado todas las expectativas”, dice.

El incremento de este rubro se debe a  que el Gobierno Colombiano ha decidido apostar por el desarrollo de infraestructura y vivienda. En el primer ámbito, nuestro vecino del norte tiene un programa que va del 2015 al 2020 que contempla inversiones en carreteras, vías férreas, aeropuertos y puertos, mediante asociaciones público-privadas.

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Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) de Colombia, cuenta que  con este programa su país entra a la cuarta generación de concesiones  viales (4G), que consiste en 40 nuevas adjudicaciones con las que se transformarán 8.000 km. de vías, lo que traerá consigo inversiones por US$25 mil millones. Con estas nuevas concesiones Colombia tendría los 12 mil km. de vías más importantes del país con las mejores especificaciones, beneficiando a 24 departamentos.
“Esta intervención también permitirá reducir hasta 30%, en promedio, los tiempos de viaje, mientras que el ahorro en costos de transporte sería de hasta 20%”, estima Andrade.

En cuanto a vías férreas, Colombia trabaja en recuperar los principales corredores del país, sobre todo aquellos que tienen el mayor potencial comercial, los cuales suman un poco más de 1.000 kilómetros. Además de ello otorgará concesiones portuarias adicionales a las 55 que ya tiene y autorizará inversiones adicionales en las existentes. Andrade también cuenta que trabajan en nuevos contratos aeroportuarios y en expandir las concesiones existentes.

Para poder desarrollar todo este programa de concesiones bajo la modalidad de APP, el Gobierno Nacional emitió el año pasado la Ley de Infraestructura que levanta los obstáculos al desarrollo de los proyectos, en materia de predios, licencias ambientales y adecuación de redes de servicios públicos, según explica Luis Fernando Andrade, de la ANI.

Todos estos esfuerzos contribuirán a reducir los sobrecostos logísticos los cuales, igual que en el Perú, son muy altos. En mayo del 2013, la comisionista de Bolsa colombiana Serfinco, reveló que el sobrecosto por viaje como consecuencia de los desvíos causados por la baja calidad de las vías era de US$250 y que, además, el costo de transportar un contenedor de Bogotá a Cartagena –donde se ubica el puerto– era de US$3.200, mientras que trasladar ese mismo contenedor de Cartagena a Shanghái (China), costaba la tercera parte.

Por el lado de la construcción de viviendas, se ha intensificado la edificación de viviendas sociales y aquellas de interés prioritario en ciudades diferentes a Bogotá, lo cual ha traído como consecuencia que al año se construyan 150 mil casas, meta que el segundo gobierno del presidente Juan Manuel Santos busca triplicar, según afirma Gustavo Trujillo, consultor senior en comercio exterior.

Ahora, si bien es cierto que el PBI de Colombia se ha expandido principalmente por el buen desempeño del rubro construcción, existen otros sectores que empujan hacia arriba los números colombianos. Ellos son: servicios (6,3%); agropecuario (6,1%); financiero (6%); comercio (5,6%); minería (5,6%); transporte (4,5%) y la industria manufacturera (3,3%).

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FACTOR INTERNO
Todo este crecimiento no hubiera sido posible sin la demanda interna constituida por una clase media creciente, que según Diego Castrillón, director de Prospectiva 2020, es una de las más consolidadas de la región.

“En estos momentos entre el 25% y 30% de la población colombiana pertenece a este nivel socioeconómico y se calcula que si el PBI de Colombia crece por encima del 5%, la clase media pasará a ser entre el 43% y 60% de la población”, afirma Castrillón.

Este crecimiento de la clase media es posible debido al establecimiento de políticas que han permitido disminuir la tasa de desempleo en Colombia. Un informe del Banco de la República –el Banco Central de Colombia– afirma que el desempleo pasó en el trimestre móvil marzo-abril-mayo de 12% en el 2010 a 9,9% en el 2014.

Si bien este índice es alto, Mauricio Galindo, editor de Economía del diario El Tiempo de Colombia, afirma que la tasa de desempleo tiene una tendencia a la baja desde hace una década. “Si en el 2001 la tasa de desempleo era de 20%, hoy estamos alrededor de 9%, es un avance”, afirma.

El periodista también señala que con las recientes medidas adoptadas por el Gobierno Colombiano para combatir la informalidad laboral, esta tendencia a la baja se acentuará. Según cuenta, el Estado ha eliminado varias cargas parafiscales a los empleadores. Entre ellas cita la eliminación de una especie de impuesto llamado Bienestar Familiar; este consistía en que el empleado debía de abonar una determinada cantidad de dinero al fisco por cada trabajador contratado, el destino de estos recursos era para el cuidado de los niños más pobres del país.

Otro cambio que Galindo destaca es el efectuado al impuesto CREE, que pasó de obligatorio a estar condicionado a la renta, de tal modo que si la compañía no percibe ganancias no paga. También se ha eliminado la contribución que hacían las empresas al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), el cual capacita a los jóvenes en diversos oficios productivos. Hoy la tarea de financiar el sistema corre por cuenta del Estado.
Diego Castrillón afirma que este proceso de eliminación de sobrecostos laborales es una medida más efectiva para dinamizar la economía y que debería de ser imitada por el Perú. “Esta si es inyección directa a la vena y no una medida cortoplacista”, dice.

COMPONENTE INVERSIÓN
El crecimiento de la economía colombiana también se explica por el hecho de que en Colombia la inversión privada también se ha dinamizado. De acuerdo con el análisis de Alberto Inocente, gerente general de Andina Holding –firma dedicada a la asesoría  en negocios internacionales–, se espera que en Colombia haya un buen comportamiento de la inversión privada, gracias al mayor ingreso de capitales extranjeros. “La tasa de inversión extranjera directa (IED)está en alrededor del 30% del PBI colombiano y la expectativa es que siga subiendo”, dice.

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Como ejemplo de ello, Inocente afirma que en el primer semestre Colombia recibió US$13.761 millones de IED, 29% más que en el mismo período del 2013. ¿Pero qué tipo de inversiones recibe nuestro socio en la Alianza del Pacífico? Carlos Posada, director de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), detalla que si bien es cierto el sector petrolero representa el 29,3% de la IED captada por Colombia, seguido de minas y canteras con una representación de 17,4%, la inversión en industrias manufactureras no se queda atrás al representar el 15,9% de lo captado. Esto hace notar que Colombia tiene una economía diversificada y la existencia de cadenas productivas en distintas ciudades lo demuestran, tal es el caso de los clústeres textil-confecciones y automotor ubicados en Medellín.

Ahora, esta diversificación se sigue ampliando, Colombia en los últimos años ha comenzado a recibir inversión minera, porque se ha descubierto que más allá de los yacimientos de carbón –con una producción anual de 74 millones de toneladas, lo que lo convierten en el décimo productor mundial de este material–, el país posee reservas probadas de oro y níquel, lo que interesa a más inversionistas y Colombia prepara el terreno para recibirlos al estar discutiendo la aprobación de una ley ambiental que le permita captar inversión responsable.

¿Con esto no se primariza la economía? Expertos como Ricardo del Aguila, Gustavo Trujillo y Diego Castrillón, afirman que en realidadColombia busca aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad.

¿Cómo es que de pronto la inversión extranjera directa se incrementa? Esto se explica porque Colombia tiene un sistema de promoción de oportunidades de inversión, cuyo valor agregado es estar descentralizado y articulado. Ana María Badel, directora ejecutiva de ProBarranquilla, explica que en el país cafetero existen 12 entidades similares a la que representa –algunas estrictamente privadas, otras estatales y otras mixtas–, que tienen el objetivo de identificar proyectos de inversión y posibles obstáculos al buen clima de negocios. Una vez que completan su labor, elevan sus observaciones a entidades de alto nivel y cuando son aprobadas se contactan con Proexport Colombia (el organismo encargado de promocionar las inversiones, el comercio y turismo colombiano en el mundo), y es así como encuentran inversionistas en el extranjero.

Gustavo Trujillo afirma que esta estrategia, explicada en unas cuantas líneas en este informe, es la clave del éxito colombiano atrayendo inversiones: la articulación de instituciones que ejecutan un plan nacional. Con todos estos elementos no cabe duda que Colombia busca jugar un papel importante dentro de la Alianza del Pacífico en busca de una ruta directa al Asia.

El Comercio