Según diversos estudios, los ejecutivos que empiezan sus carreras actualmente, cambiarán de puestos al menos 14 veces durante su vida laboral y siete de ellos lo harán de manera involuntaria.
Por esa razón, Aida Marin, gerente de Transición de Carrera de LHH DBM Perú, sostiene que los ejecutivos deben ver estas situaciones como parte natural de su vida profesional, entendiendo que dichas decisiones son tomadas –la mayoría de veces– por motivos ajenos a su desempeño y obedecen a cambios en la estrategia o a nuevas necesidades del negocio.
“También es cierto que, justificadamente o no, cuando una decisión así es tomada ya no hay vuelta atrás y mal harían en perder su tiempo en lamentaciones o en averiguar qué pasó, cuando lo importante es enfocarse en el futuro, tratando de ver esta situación como una oportunidad”, sostiene.
En ese sentido, la experta brinda estas recomendaciones a quienes empiezan su proceso de reinserción:
1. Entienda que toda desvinculación laboral afecta emocionalmente. Por eso, es algo natural y comprensible que se sienta preocupado, molesto o estresado. No trate de reprimir esas emociones pero esfuércese por pasar la página lo antes posible.
2. Encuentre los aspectos positivos de esta situación, como hacer un alto para ver si se está en el camino profesional correcto o si es necesario un cambio. Reencuéntrese con su familia, que muchas veces estuvo relegada por el trabajo. Y, atienda asuntos personales que fueron dejados atrás.
3. Controle su ansiedad, no envíe su curriculum vitae ni coordine reuniones de contacto sin sentirse mejor o sin estar preparado. Puede perder oportunidades valiosas.
4. Empiece a construir un halo de éxito y positivismo, que será necesario para conducir un proceso de recolocación exitoso.
5. Comunique la noticia a la familia con un mensaje realista pero esperanzador, sin transmitir frustración ni negativismo.
6. Cuide su indemnización pues se convertirá en su resistencia económica. Recuerde que no es momento para gastos superfluos, sino más bien para preparar y ceñirse a un presupuesto razonable.
7. Recuerde que no hay espacios para años sabáticos ni vacaciones prolongadas. Es importante empezar a trabajar en su recolocación lo antes posible con una actitud positiva, con un objetivo claro y, sobre todo, con mucha fe porque como todo cambio, dicha situación será sin duda para algo mejor.
A pesar de la última recomendación, Aida Marin sugiere que se debe apuntar a conseguir la posición “más adecuada”, lo que implica satisfacer –en la medida de lo posible– sus expectativas en varios frentes porque “conseguir un buen puesto no es solo cuestión de tiempo, requiere de paciencia y visión”.
El Comercio