capacitaciones para empresas (Crehana)

La formación profesional se ha establecido como un derecho de los trabajadores e incluso dependiendo del país, se encuentra en la legislación o la ley del trabajo. Por lo tanto, los empleadores están “obligados” a ofrecerlos dentro de su establecimiento. Los trabajadores, por otro lado, son libres de aceptar o negarse a unirse a estos programas.

Sin embargo, esta actitud es incompatible con la construcción de una carrera. Por lo tanto, los trabajadores tienen interés en aprovechar estas oportunidades. Por su parte, las empresas podrán mejorar sus resultados, gracias al desarrollo de competencias individuales y colectivas.

Los empleadores a veces citan los problemas organizacionales como barreras para las capacitaciones para empresas. No obstante, tienen la opción de organizar sesiones durante o fuera del horario laboral. Además, estos programas pueden llevarse a cabo internamente o subcontratados a terceros profesionales.

La intervención de extranjeros permite, en particular, marcar el carácter extraordinario de la formación. Así, los participantes serán más curiosos y receptivos al contenido. Estas condiciones son particularmente favorables a la asimilación.

Además, la coyuntura favorece los intercambios entre stakeholders y colaboradores. Estos últimos, de hecho, tendrán menos aprensión ante estas caras nuevas. Finalmente, esta apertura al mundo exterior contribuye al desarrollo personal y profesional de los empleados.

¿Cuál es el papel de la formación?

Los cursos para empleados les permiten desarrollar su carrera profesional a largo plazo. Gracias a estos cursos, podrán mejorar sus habilidades, adaptarse al cambio y posiblemente obtener una promoción. El fortalecimiento de sus capacidades también será favorable a su movilidad interna e incluso externa.

De hecho, estos están dirigidos a personas que han vuelto a la vida laboral, es decir, empleados en empresas, trabajadores independientes, profesiones liberales, buscadores de empleo, jubilados, pero también estudiantes, como parte de un programa de estudio y trabajo.

Se proporciona formación continua a los empleados que deseen desarrollar determinadas competencias y adquirir otras en su ámbito de actividad.

Están reservados para adultos jóvenes, buscadores de empleo y todos aquellos que se han incorporado a la vida laboral y que han finalizado la formación inicial para mejorar sus habilidades y adaptarse a las nuevas tecnologías, prácticas y métodos aplicados en los negocios.

Los objetivos de la formación pueden variar según la empresa y los empleados interesados. Estos programas son particularmente esenciales para reajustar los conocimientos del personal a las necesidades del establecimiento.

El empleado también puede necesitar ampliar sus habilidades para cumplir mejor con sus misiones actuales o futuras. Además, muchos participantes están motivados por el deseo de progresar en la jerarquía. Así, podrán realizar sus proyectos profesionales gracias a la formación.

Hoy en día, un empleado experimentado puede volverse rápidamente menos eficiente frente a los muchos avances en su sector. Por lo tanto, necesita una actualización para ser más eficiente en su trabajo. Además, los logros de estas personas son valiosos para la empresa. La formación permitirá así llenar sus vacíos y resaltar sus puntos fuertes.

¿Cuál es el interés de un empleador para fomentar la formación de un empleado?

En un sector competitivo y en evolución, una empresa puede verse penalizada rápidamente por su falta de capacidad de respuesta, o incluso de proactividad. Sin embargo, estas cualidades dependen fundamentalmente de las habilidades de los empleados y su capacidad de adaptación.

Por lo tanto, los cursos para empleados son esenciales para los empleadores. A través de este enfoque, la empresa siempre estará un paso por delante de sus competidores. De hecho, sus equipos estarán sistemáticamente al tanto de las últimas innovaciones en su campo.

El personal también recibirá capacitación sobre cualquier cambio estándar de la industria. Además, el desempeño de una empresa está íntimamente ligado al acceso de los empleados a la formación. Los empleados podrán ampliar o fortalecer sus habilidades y aumentar la productividad. Este desarrollo necesariamente tendrá un impacto positivo en los resultados del establecimiento.

El establecimiento de formación interna también ayuda a mantener la cultura corporativa. Los participantes tenderán notablemente a desarrollar una misma visión de la profesión y del sector.

Con la misma perspectiva, será más fácil movilizar al personal para alcanzar los objetivos de la empresa. La falta de cohesión también puede convertirse en un verdadero bloqueo en el mundo empresarial. De hecho, sin una visión común, los empleados corren el riesgo de llevar a cabo sus respectivas misiones en direcciones diferentes o incluso incompatibles. Esta situación es poco productiva para la empresa y desperdicia los recursos humanos disponibles.

Por otro lado, los trabajadores se sentirán valorados y apoyados en sus planes de carrera, al recibir ofertas de capacitación. Esta forma de reconocimiento tendrá un impacto significativo en su motivación y compromiso dentro de la empresa.

Finalmente, estos programas permiten mejorar la imagen del establecimiento a través de una dinámica interna basada en capacidades. Por lo tanto, los empleados estarán más abiertos al desarrollo de habilidades. De hecho, conocerán la importancia de estos criterios en el desarrollo de sus carreras profesionales.

Los beneficios de la formación continua para los empleados

La formación continua, si bien tiene muchas ventajas para la empresa, es sobre todo, un enorme valor añadido para los empleados que se benefician de ella.

Por tanto, la formación continua permite:

  • Adquirir un título o certificado reconocido en la profesión.
  • Desarrollar sus habilidades y así ser actor en su desarrollo profesional.
  • Obtener reconocimiento de sus habilidades dentro de la empresa.
  • Aumentar su empleabilidad en un sector bajo presión.
  • Mantener el trabajo mientras se está capacitando.
  • Mejorar la calidad de su trabajo.
  • Tener una motivación renovada.
  • Mejorar su capacidad de adaptación.
  • Mejorar su apertura hacia los demás.
  • Reducir la resistencia al cambio.
  • Tener más confianza en sus habilidades.
  • Mejorar la productividad general.
  • Animar a otros empleados de la empresa a realizar actividades de formación.

Son por todos estos beneficios que las capacitaciones para empresas siempre deben estar presentes en las institucioness. Estas deben entender que su público interno debe estar capacitado para relacionarse entre ellos y su público externo. Las grandes empresas poco a poco lo están entendiendo.