Raúl Farfán, Director Ejecutivo de Newmont Perú (Foto: CCMYSS)
ProActivo | Newmont – Yanacocha realiza grandes esfuerzos para sacar adelante su proyecto Yanacocha Sulfuros, que extenderá la vida útil de ese yacimiento aurífero, refirió Raúl Farfán Amat y León, director de Relaciones Externas de Newmont.
“Adicionalmente tenemos que manejar la sobre demanda y sobre expectativa, por la Covid-19, a puertas de la aprobación de los fondos para una extensión de la vida útil de Yanacocha, a través del proyecto denominado Yanacocha Sulfuros”, explicó al intervenir en 1er Simposio Internacional de Minería “Investigación e Innovación”. Máster Class Social Perú y un nuevo modelamiento de relacionamiento comunitario en las empresas mineras.
Informó que dicho proyecto se encuentra en las últimas etapas de ingeniería y que para el 2021 esperan obtener la aprobación de los fondos y pasar a la fase de construcción, “y es ahí donde tenemos que poner muchos esfuerzos para manejar las expectativas y maximizar las oportunidades locales tanto de los contratistas, como de las comunidades y generar más empleo”.
Con Yanacocha sulfuros, que consiste en el procesamiento de minerales sulfurados para la producción de cobre y oro, se espera ampliar la vida de la mina hasta 2041.
Empresas y comunidad en proceso de adaptación
Afirmó que definitivamente el coronavirus ha obligado y forzado a reformular las políticas de relacionamiento de las empresas con las comunidades, y particularmente en el ámbito minero.
“La Covid-19 ha generado una serie de demandas en la parte de la salud, de la economía y de otras necesidades y preocupaciones entre las comunidades en las cuales operamos”, agregó.
Del relacionamiento cara a cara y permanente, la empresa cambió al sistema virtual o una u otra reunión en grupos restringidos y bajo el distanciamiento social. “Ahora ya no es factible tener reuniones directas, cara a cara y grupales o asambleas, a las que están muy acostumbradas las comunidades, y se ha tenido que reformular el camino por el cual nos relacionamos”, sostuvo.
Dijo que se trata de un desafío muy grande, pues el buen relacionamiento comunitario es un factor vital para generar la confianza de la población en torno al desarrollo de un proyecto minero.
“El abordaje masivo a las comunidades ya no existe, y ha sido cambiado por una reunión que solo involucra a algunos miembros de la comunidad con la empresa, así como el uso de herramientas virtuales, que es lo que estamos haciendo actualmente, y proceso al cual tenemos que adaptarnos”, pormenorizó Raúl Farfán.
Apuntó que este proceso de adaptación, que incluye la relación del día a día, involucra por ejemplo al Estudio de Impacto Ambiental que pasaba por un proceso de participación ciudadana, con reuniones masivas con las comunidades, “se han tenido que modificar para prevenir el contagio de la Covid 2019 y evitar el incremento de muertes en las comunidades y ciudades”.
Durante ese proceso, informó que la empresa ha realizado un trabajo muy estrecho con las autoridades locales y regionales; así como con los centros de salud, la policía, los bomberos, y los ronderos, para recrear una relación de mucho mayor colaboración y poderle hacer frente a un enemigo común, que es la Covid-19
“Este desafío genera también un mayor uso de la tecnología, y en muchas de las comunidades en las que operamos no existe cobertura suficiente de red de celulares, que sirvan para compartir información y herramientas como el zoom (que ya estamos utilizando), el Webex u otros”, indicó.
Deterioro en la economía familiar en comunidades
Asimismo, afirmó que, el impacto de la Covid-19 ha sido negativo para la economía familiar de las comunidades bajo el entorno minero.
“Como producto de la cuarentena bastante drástica, de las más largas a nivel global, se ha producido un deterioro de la economía local, de los productores locales y de los contratistas que trabajan en torno a las operaciones mineras”, sustentó.
Remarcó que, ante esa grave situación, Newmont, Yanacocha montó un paquete de asistencia para evitar el quiebre las empresas contratistas por su paralización de actividades.
“Hicimos una inversión importante de apoyo a los contratistas locales y pudimos, de alguna manera, amortiguar y financiar parte de la planilla de 1,300 familias de estas empresas”, subrayó.
Precisó que también se desarrolló un sistema de micro créditos orientado a los pequeños productores de aguaymanto, de rosas, de arándanos y de otros rubros, para evitar que las familias salieran a trabajar a la calle, rompiendo los protocolos de la cuarentena, para prevenir el avance desproporcionado de la Covid en la jurisdicción de nuestras operaciones, como en Cajamarca, por ejemplo.