Raúl Jacob, Presidente de la SNMPE

Raúl Jacob, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) y vicepresidente de Finanzas y CFO de Southern Peru Copper Corporation, en entrevista a ProActivo, nos brinda sus perspectivas sobre el actual panorama económico y social en el sector minero. Recomienda a los empresarios a seguir optimistas y continuar invirtiendo en proyectos y expansiones nuevas.

¿Qué expectativa se tiene del sector minero para el cierre del 2022?

Lo vemos con preocupación por estos eventos grandes en Las Bambas y Cuajone, pero hay un montón de pequeñas cosas que están afectando las operaciones mineras.

Los mineros ilegales sienten un cierto empoderamiento y por eso están actuando con más agresividad que antes. En muchos casos, la forma de atacar los conflictos no ha sido la mejor. Hemos visto demoras en reaccionar a una situación que pudo estar mucho más controlada y acotada si se hubiera tratado de solucionar desde el inicio.

Hay una preocupación general porque no hay una reacción oportuna en muchos casos. Cuando los precios de los metales mejoran, lo usual, es que la producción minera aumente más, incluso, más de lo que aumenta el PBI del país. Pero en este caso estamos yendo con un aumento de producción, incluso por debajo del 3%.

Este año, la minería en vez de ser una locomotora que jale al resto de la economía, va a estar algo atrás, va a ser un vagón que habrá que jalarlo. Eso está mal porque las condiciones externas, si bien no son las mejores como el año pasado, siguen siendo razonablemente optimistas a mediano plazo. En estos momentos las empresas deberían estar mirando proyectos y expansiones nuevas, sin embargo, no se observa esto.

Respecto a la coyuntura global, ¿Cómo está el precio de los metales?

Estamos en un mejor momento que hace 3 o 4 años, pero no estamos en un superciclo. Hemos entrado a una recesión a nivel internacional, pero creo que será relativamente breve (año o año y medio). El caso de Perú, donde existe una porción muy importante de las reservas de cobre para el futuro, normalmente teníamos hasta 3 proyectos grandes que estaban siendo desarrollados en paralelo. Por ejemplo, operaba Toromocho y empezaba la expansión de Cerro Verde; terminaba Toromocho, y entraba la expansión de Toquepala. Entonces uno tenía Cerro Verde y Toquepala. Terminaba Toquepala, empezaba Mina Justa. Mina Justa estaba en plena construcción, entraba Quellaveco.

Hoy solo tenemos el fin de la construcción del proyecto de Quellaveco, con una inversión de $ 5,500 millones pero que está terminándose, sin un gran proyecto que esté en fila. Vendrá un súper ciclo de precios.

¿Cuál es la situación de la competitividad minera en el Perú?

Ha bajado. Afortunadamente, la geología sigue siendo muy competitiva, pero las condiciones en las cuales se desarrollan las actividades mineras no son las óptimas y eso se va reflejando en los ránquines internacionales. Cuando se realice el ranking Fraser de este año, vamos a tener una caída mayor en lo referido a la actividad del Estado porque en vez de avanzar, retrocede. Es preocupante.

Como ejemplo, el ministerio de Economía puede proponer medidas para reactivar la economía, pero por el lado del ministerio del Trabajo, vemos medidas que restringirán la posibilidad de aumentar la contratación, debido a la legislación que no es moderna y no ayuda a la generación de nuevos puestos de trabajo.

¿A quiénes perjudica esta medida?

Lo que es tercerización, creo que se está cometiendo un error bastante grave porque no genera nuevos puestos de trabajo y más bien destruye a las empresas especializadas. Estas actividades podrían ser absorbidas por las mineras grandes, pero lo que pasará es que algunas harán absorciones de puestos de trabajo, y en otras habrá despidos masivos, porque las empresas especializadas tendrían que cerrar.

Empresas especializadas como las de mantenimiento de torres de alta tensión o perforación diamantina, van rotando por todo el Perú y obtienen niveles de productividad, que a la larga se materializarán en aumento de salarios.

Algunas empresas podrán absorber y tener una cuadrilla interna que haga estas labores, pero en realidad se va a perder un conocimiento y una masa laboral va a verse perjudicada.

¿Cuáles serían las pautas que se requeriría desde el propio empresariado para poder aprovechar este súper ciclo que ha adelantado?

Primero tenemos que pasar la recesión internacional, luego veremos un momento de largo crecimiento, particularmente en la demanda de materias primas y en los productos mineros que produce el Perú.

Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva, en una presentación comentó que el Perú ha crecido de forma consistente más que la economía mundial a lo largo de toda su historia republicana. Hay que seguir con esta esperanza en el desarrollo del país.

Los proyectos, las locomotoras que jalan la economía porque cuando uno tiene dos o tres proyectos de magnitud importante como los que comentamos al comienzo, se produce un sistema económico alrededor de abastecer a estos proyectos y hacer que vayan adelante. Y eso jala a la economía en uno o dos puntos de crecimiento del PBI. Esperamos crecer en 3%, si tuviéramos 3 proyectos de este tipo, estaríamos en 5%.

Si hubiera algo en agroindustria, similares a Majes Siguas o Chavimochic III. Tendríamos otras locomotoras en la parte agrícola y cuando vienen estas inversiones en minería y en agricultura. Los productores de servicios y las industrias empiezan a pensar cómo hago para abastecer a esta nueva demanda que viene.

La cartera de proyectos mineros oficial del Estado Peruano es de 53 mil millones de dólares en inversión, y de ser ejecutados, el Instituto Peruano de Economía ha estimado que se crearían más de 2 millones en puestos de trabajo formales. Eso cambia la cara del país.

¿Qué reclamos tiene la SNMPE respecto a la minería ilegal?

Como gremio hemos empezado una campaña para llamar la atención sobre el verdadero problema de la minería ilegal en el Perú. Es una actividad negativa para el país, no generan empleos de calidad, no brindan EPPs a sus trabajadores, no paga impuestos y es contaminante.

Contra eso, nosotros tenemos una minería que es responsable, que busca cuidar las fuentes de agua, entregar los cuerpos de agua que usa de manera que puedan ser empleados en otras actividades y que paga impuestos, da condiciones de trabajo dignas a sus trabajadores y paga salarios por encima del promedio nacional.

Entonces, tenemos dos caras de una moneda. Una horrible y la otra, bastante buena.

¿Cuál es su postura respecto a la minería artesanal y pequeña minería?

Para nosotros, el camino es que estas pequeñas compañías que cumplen con su legislación y que a veces son familias, crezcan paulatinamente. No nos oponemos a ninguna de ellas.

Creemos que sí hay un espacio para trabajar junto con el Gobierno y solucionar o dar un camino para que las compañías que empiezan pequeñitas crezcan y lleguen a ser grandes empresas mineras en nuestro país.

Recordemos que, en la primera mitad del siglo XX, una serie de empresarios peruanos, que en ese momento eran pequeños mineros, poco a poco hicieron un capital, invirtieron, compraron su propia planta de procesamiento y se convirtieron en compañías importantes de capital nacional y que siguen operando.

¿Cómo manejar los conflictos sociales como país?

El Estado Peruano puede mejorar su impacto al ser más preventivo por un lado y por otro, actuar de manera más sólida. Explicar directamente cuál es su visión de estos temas y como considera que se puede mejorar el clima social y el desarrollo de estas oportunidades de inversión a través de las inversiones mineras.

Hay algunos cambios en el sentido positivo. Por ejemplo, en algunas áreas de conflicto social, la fiscalía ha intervenido a redes de corrupción y han verificado si estaban llevando actividades de minería ilegal.

Vemos que hay acciones de lado del Estado de derecho, pero creo que esa es la parte que nos está afectando en este momento y que está generando un clima de incertidumbre y de preocupación en el sector minero.

¿Qué proyecto está planificando Southern en el Perú?

Southern tiene la propuesta de construir una nueva función en Ilo, cerca a la actual. Tenemos el terreno, estudios técnicos y económicos. Es un buen proyecto, ubicado estratégicamente en el sur del Perú y en el norte de Chile, vamos a poder procesar poco más de 1M de TM de cobre adicionales.

¿A cuánto asciende la cartera de proyectos mineros que tiene Southern Perú en el país?

Nuestra mirada sobre el Perú a largo plazo es optimista. Por las razones que expliqué hace un momento. Tenemos una cartera que, si agregamos la fundición y otras inversiones como la posible expansión de Cuajone, podría llegar hasta 10 mil millones de dólares. Esperamos contar con el apoyo tanto del Estado peruano como de la población para llevar adelante estas inversiones que son de gran impacto a nivel nacional.

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Este artículo es parte de la Edición N° 123 de Revista ProActivo.