Raúl Jacob Ruisánchez

Southern Copper, una de las mayores productoras de cobre en el mundo, ve con buenos ojos el desarrollo de nuevos y pendientes proyectos en Perú, en momentos en que el precio del metal se ha disparado y la oferta se vislumbra acotada, dijo su vicepresidente de Finanzas, Raúl Jacob.

Afirmó que la compañía espera sacar adelante sus proyectos de cobre Michiquillay de US$ 2,800 millones y Los Chancas de US$ 2,600 millones, durante el próximo quinquenio del nuevo gobierno peruano, entre el 2021 y 2026.

“Vemos con bastante optimismo cómo se está trabajando en estos dos proyectos, la compañía ha avanzado bastante. Pensamos que el próximo gobierno va a tener las condiciones necesarias para llevar adelante estos proyectos”, dijo Jacob.

Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, celebrará elecciones generales el 11 de abril y el próximo presidente y el nuevo Congreso asumirán funciones el 28 de julio.

Jacob refirió que en Michiquillay, que produciría unas 225,000 toneladas anuales de cobre, se viene “trabajando muy bien” con las comunidades. “Esperamos un acuerdo social en las próximas semanas que nos va a permitir ingresar a perforar y hacer la labor de exploración que requiere el proyecto”, dijo.

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Respecto a Los Chancas, el ejecutivo afirmó que la compañía ya culminó su evaluación económica y que está trabajando en este momento en el estudio de impacto ambiental. “Esto toma un tiempo, hay que hacer una serie de labores, hay que explicar a la población cercana cómo va a operar, cómo se va ayudar que no haya impacto ambiental” en la zona de influencia.

En el proyecto Los Chancas se estima una producción anual de 100,000 toneladas de cobre, además de plata y molibdeno, acotó.

Oportunidad

Jacob dijo que ve con “mucho entusiasmo” el plan de construir una nueva fundición en el sur de Perú, aunque aún se espera la aprobación del directorio de la firma. La inversión en la fundición sería de US$ 1,350 millones, acotó.

“Nosotros hemos avanzado mucho con este proyecto, en la parte técnica y económica. Hay un mercado muy importante de concentrados de cobre en la zona sur de Perú y norte de Chile. Nuestra base de clientes para esta fundición sería, en primer lugar, la propia producción nuestra”, manifestó.

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Southern Copper tiene una fundición en la localidad de Ilo y opera las minas de Cuajone y Toquepala, en el sur de Perú; así como los yacimientos La Caridad y Buenavista en México.

Para la nueva fundición nos “falta pedir los permisos ambientales, ver el financiamiento, esto puede tomar de dos a tres años, entonces podría estar empezando a construir durante la próxima administración (de gobierno). La construcción no debería ser tan larga, podría demorar un par de años”, dijo.

Jacob afirmó que en las últimas semanas ha existido mucha preocupación por el mercado global de cobre. En China por temas ambientales se han reducido las importaciones de chatarra de cobre y estas han sido reemplazadas por cobre refinado. “Esto ha empujado los precios incluso a los niveles que estamos viendo”.

También influyen en los precios las mejores expectativas de crecimiento económico de Estados Unidos y Europa, mientras que la oferta del metal rojo se vislumbra acotada debido a que el tiempo que toma ahora en desarrollar un nuevo proyecto casi se ha duplicado en los últimos años por nuevas regulaciones, dijo.

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“La parte del mercado internacional claramente está dándonos un momento de oportunidad, en el cual se tiene la posibilidad de ingresar con más producción, de sacar adelante el financiamiento de proyectos sin mayores trabas. Es un buen momento, ojalá se pueda aprovechar por el bien del país”, manifestó Jacob.

El ejecutivo afirmó que se estima para este año una producción de 943,000 toneladas de cobre en Southern Copper en sus minas de Perú y México, menor al nivel récord de 1′033,682 toneladas producidas en el 2020. La disminución se deberá principalmente a menores leyes del mineral procesado, dijo.

Fuente: Gestión