ProActivo | Las mineras Hudbay y Buenaventura dan pasos hacia un relacionamiento comunitario asertivo e incorporan canales virtuales. El vínculo con las comunidades es uno de los grandes retos que asumen las empresas mineras en el contexto del COVID-19, al respecto Alejandro Hermoza, Vicepresidente de Sostenibilidad en Compañía de Minas Buenaventura S.A.A. y Javier Escudero, Director de Relaciones Comunitarias y Negociaciones de Hudbay Perú, compartieron sus estrategias, mientras que uno proseguirá con el relacionamiento presencial, pero bajo ciertas condiciones, el otro tiene un mecanismo diferente y que también prioriza la importancia del relacionamiento comunitario.
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تم النشر بواسطة Instituto de Ingenieros de Minas del Perú – IIMP في الخميس، ٢٨ مايو ٢٠٢٠
Buenaventura: Barreras de protección mutua
Alejandro Hermoza, explicó que Buenaventura tiene tres columnas fundamentales. La primera consiste en mantener la eficiencia y seguridad en la operación minera, que a su vez sea económica y financieramente saludable.
El otro aspecto destaca que las actividades se realicen en un clima social adecuado. En ese sentido, agregó como una tercera columna para la empresa, constituirse en una palanca de desarrollo local y regional, a través de una responsabilidad social compartida.
Al respecto indicó que enfrentaron esta primera etapa con el reto de sostener y mantener las operaciones críticas o esenciales. Asimismo, dieron prioridad al mantenimiento ambiental de las operaciones.
Un aspecto importante que precisó Hermoza consiste en la preocupación de la empresa de “construir confianza con las poblaciones del entorno”, a través de la implementación de sólidos protocolos sanitarios.
Es así que, en la primera fase de actividades críticas, como parte de las relaciones comunitarias, la empresa se orientó a implementar barreras de protección mutua. En tal sentido, trabajaron con las autoridades y las comunidades para “construir cercos de protección de nuestra salud”.
Hermoza pormenorizó las experiencias por las cual han atravesado, tales como la convocatoria de los espacios locales, comités de protección, ponerse de acuerdo con las localidades para hacer controles de acceso y salida, así como el fortalecimiento de los centros de salud. “Hemos hecho grandes esfuerzos en construir sólidos protocolos de salud, para los trabajadores que se desplazaban desde las zonas más alejadas hasta las más locales, en coordinación con los municipios y los comités COVID”, indicó.
Por lo tanto, si bien el relacionamiento comunitario siempre fue un vínculo personal, de corte humano, el funcionario precisó que ahora es un reto construir espacios virtuales y mantener la confianza. “Esta ha sido una experiencia muy positiva en muchas de las operaciones porque el aislamiento como la distancia social son importantes en las ciudades como en las zonas rurales”, manifestó.
Hudbay: Sobre las reuniones presenciales
Por su parte, Javier Escudero declaró que este contexto ha significado un proceso de aprendizaje, tanto para Hudbay, como para las comunidades. “No hay ningún manual o instructivo de cómo hacer las cosas y depende mucho el contexto social, político y económico en que se encuentre cada operación”.
“Creemos que tenemos una relación que se ha construido de manera adecuada, con errores, pero nos ha ayudado a transitar por esta etapa”. Asimismo, coincidió con Hermoza en que gran parte del trabajo está en apoyar el desarrollo de las capacidades locales, poniendo como pilar fundamental el adecuado relacionamiento y transparencia de información, con o sin COVID.
Escudero precisó que siguen en el aprendizaje para mejorar las plataformas de relacionamiento. “El relacionamiento en sí va a cambiar, vamos a recurrir (también) a las plataformas virtuales para interactuar con las comunidades y para ello es necesario brindar un soporte mínimo”, informó.
El funcionario aclaró que el relacionamiento comunitario no será reemplazado en su totalidad por tecnologías virtuales. “No podemos tener una reunión de 900 personas en una explanada, pero sí podemos tener reuniones más pequeñas en ambientes ventilados, donde tengamos que discutir temas puntuales. Va a ser necesario”, reiteró.
Desarrollo de habilidades y sinergias
“Cuando se juntan las personas se generan sinergias, ahora no lo tenemos y para ello debemos desarrollar ciertas habilidades que permitan transmitir confianza a través de los espacios virtuales”, recomendó Marina Irigoyen del Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo Sostenible.
Aunado a ello, recordó que dentro del relacionamiento comunitario se encuentran las estrategias para mitigar conflictos, cumplimiento de convenios, nuevos marcos legales, entre otros, los que han sido trastocados por la pandemia. “Estas nuevas experiencias nos dan algunas pistas y nos deriva a muchas reflexiones para encontrar soluciones, porque no sabemos cuánto va a durar esta situación”, sostuvo durante el jueves minero virtual “Las Relaciones Comunitarias y el Covid-19”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).