Foto: Semana Económica

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En el roadshow de inPERU, que se celebra desde el jueves en Nueva York, los empresarios y las autoridades peruanas tienen una tarea crucial: convencer a los inversionistas de que el Perú no es una más de las economías emergentes envueltas en dificultades económicas y animarlos a trasladar sus capitales al país, sea a través de la inversión extranjera directa o inversión de portafolio.

“Nos distinguimos del resto”, declaró Julio Velarde, presidente del BCR, durante el cóctel de bienvenida del roadshow. “Obvio que hay riesgos en todo el mundo, pero, frente al temor reciente a los mercados emergentes, el Perú ha salido bastante bien librado”, dijo.

FUNDAMENTOS ECONÓMICOS

Velarde tiene razón: el país ha resistido varios choques externos.Cuando a finales de agosto del 2013 se hablaba de una crisis de los mercados emergentes, el Perú no sufrió una crisis financiera o cambiaria. Una similar situación vivió en enero, cuando se registró “una de las peores semanas para los activos de renta fija de los mercados emergentes”, según Goldman Sachs, y los bancos centrales de economías emergentes importantes como Sudáfrica, India y Turquía debieron tomar acciones para detener la depreciación de sus monedas.

En esos días, si bien se registró una la salida de los inversionistas internacionales del mercado de renta fija soberana, el sol peruano se mantuvo estable y los credit default swaps (instrumentos de cobertura en caso de incumplimiento de pago) sólo subieron “de manera muy ligera”, lo que demostró que la percepción de riesgo entre los inversionistas sobre el país no sufrió un impacto significativo.

La mejor prueba de que el Perú mantiene sólidos fundamentos económicos es el alza en la calificación crediticia que le otorgó Fitch Ratings el año pasado a BBB+ con perspectiva estable. Desde entonces, el Perú ostenta junto a México la segunda mejor calificación de la región, luego de Chile (que tiene A+).

Erich Arispe, director principal de calificación soberana de Fitch Ratings, explicó a SEMANAeconómica que el alza se debió principalmente a la consistencia en la política macroeconómica: un régimen de metas de inflación consolidado, una política fiscal prudente y una apertura económica. En estos aspectos, “el Perú está entre los primeros” de todos los países con la misma calificación, señaló.

Este desempeño es visto con buenos ojos por quienes realizan inversión extranjera directa en el país, pues están interesados en un crecimiento sostenido para garantizar el éxito de sus inversiones en el largo plazo. La estabilidad de la moneda nacional en el actual contexto de turbulencia en los mercados emergentes –ha tenido menor volatilidad, inclusive, que las monedas de Colombia y Chile– también da mayor seguridad a los inversionistas.

Sin embargo, el país también tiene una mayor debilidad institucional en relación a otros países con calificación BBB+y mantiene objetivos por alcanzar en cuanto al ingreso per cápita, algunos indicadores sociales y competitividad.

PERÚ EN LOS PORTAFOLIOS EXTRANJEROS

La solidez macroeconómica no es suficiente, sobre todo para los inversionistas de portafolio. En este rubro de inversión –sea de renta fija, renta variable u otros instrumentos financieros– existe una tendencia a salir de los mercados emergentes, propiciada por eltapering.

“Hoy en día es difícil convencer al comité de inversiones [de una institución financiera] de comprar un bono soberano en moneda local de un país emergente”, asegura Fernando Palma, catedrático de la Maestría en Finanzas de la Universidad del Pacífico. Las cifras marcan una salida: la tenencia extranjera de bonos soberanos se redujo de 55% en diciembre a 49% en enero.

En cuanto a la BVL, si bien los fundamentos son positivos en el mediano y largo plazo –tiene un potencial de apreciación de 20%– el peso significativo del sector minero es un factor de riesgo que los inversionistas extranjeros toman en cuenta. Esto a su vez afecta al resto de acciones de la bolsa cuando se invierte a través del EPU (un fondo que replica la rentabilidad de la bolsa peruana). “Si la salida de acciones es a través de EPU se extiende la volatilidad al resto del mercado”, afirma Luis Ramírez, gerente general de Kevala Advisors, ya que la salida implica vender todas las acciones representadas.

Pese a ello, se mantiene el interés por el Perú. “Yo he tenido muchas reuniones con inversionistas extranjeros, de todas las nacionalidades, que viajan por la región para evaluar en dónde reducir su exposición [inversión]”, cuenta Palma. “En nuestro caso, se quedan contentos con las políticas macroeconómicas de más de una década y un sistema financiero sólido. Están muy tranquilos con el Perú”.

Pero la coyuntura complicada de los mercados emergentes dificulta la tarea del roadshow de consolidar al Perú como una atractiva plaza para las inversiones de portafolio. “Es difícil, por lo menos hasta que las tasas del Tesoro norteamericano se estabilicen, que ocurra un reingreso de capitales hacia los mercados emergentes”, pronostica Palma. Sin embargo, se espera que los inversionistas reajusten sus portafolios, diferenciando entre los emergentes con problemas –Turquía, Sudáfrica, Brasil, etc.–y aquellos con mejores perspectivas, como Perú.

“Por eso ayudan estos roadshows en el exterior”, afirma Palma. “Aquellos inversionistas que pensaban hacer un business tripa la región [con la posibilidad de vender posiciones] reciben de primera mano el feedback que necesitan, la tranquilidad”. A los inversionistas de largo plazo es más fácil convencerlos: los indicadores macroeconómicos revelan por sí solos que el Perú es un lugar sumamente atractivo para invertir.

 

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