producción de cobre

(Foto: AFP)

ProActivo | El beneficio que Perú puede tomar por la coyuntura de una sostenida alza del precio del cobre, corre peligro de no recuperar las capacidades gerenciales del Estado, que carece de estadistas, según análisis de Guillermo Arbe, gerente de Estudios Económicos de Scotiabank.

Las importaciones de cobre desde China se dispararon, como parte de un proceso acelerado desde el año 2019, antes de la pandemia. Ello tiene que ver con la creciente digitalización de las actividades productivas, que consumen mucho cobre, sostuvo Arbe.

Dijo que influye también en ese incremento de consumo de cobre, el mayor desarrollo de las energías renovables, de los productos eco amigables y vehículos eléctricos que necesitan cuatro veces más de cobre que sus pares convencionales. “Además, los aparatos domésticos son cada vez más inteligentes, lo cual implica mayor uso del metal rojo”, explicó al participar en el foro “Estado de Derecho y su importancia para el crecimiento económico y reducción de la desigualdad”, organizado por la Cámara de Comercio Americana del Perú (AMCHAM).

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El analista manifestó que existe un beneficio colateral que recibe Perú, porque “al cobre lo estemos viendo a un nivel de S$3.80 (la libra), un precio que no esperábamos hace un año que se produjera, y sigue subiendo (hoy US$ 4.2)”, remarcó.

Debilidad institucional pone en riesgo recuperación

De otro lado, manifestó que las tensiones que se producen a nivel mundial por la incertidumbre causada por la pandemia del coronavirus, lo agarra a Perú sumergido con una marcada debilidad institucional y la ausencia de un estado de derecho cuajado, que pone en riesgo la recuperación económica del país.

“El hecho de que no tengamos partidos políticos que funcionen como entes representativos de la población o tampoco como formadores de estadistas, ha convertido a los políticos en simples actores de grupos de interés personal”, denunció.

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Acusó que la ley no es igual para todos y que las consecuencias por su incumplimiento no son iguales para todos.

En ese sentido señaló necesario recuperar la veracidad, “nuestras decisiones deben basarse en la veracidad no en percepciones falsas o asunciones políticamente convenientes”.

Finalmente criticó el deterioro en las capacidades gerenciales del Estado y en las instituciones tutelares de justicia. “Las instituciones económicas funcionan, pero todo lo anterior las pone en riesgo”, enfatizó