estrés laboral

El hecho de tener que ir a trabajar durante la semana para muchas personas es sinónimo de martirio. El tolerar a nuestros jefes y sus reuniones de varias horas hacen que detestemos nuestro centro de labores, y, sin darnos cuenta descargarmos nuestra ira en gente que no tiene nada que ver con nuestros problemas.

El síndrome de burnout es un padecimiento que a grandes rasgos consistiría en la presencia de una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante los factores estresantes emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo, que incluye fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido.

El síndrome de burnout también es llamado síndrome de desgaste profesional, síndrome de desgaste ocupacional (SDO), síndrome del trabajador desgastado, síndrome del trabajador consumido, síndrome de quemarse por el trabajo, síndrome de la cabeza quemada

Los orígenes de esta creencia tan arraigada pueden ser diversos y se encuentran arraigados en lo más profundo de nuestra psique colectiva; interpretaciones religiosas, resentimientos sociales o sencillamente aprendizajes heredados de nuestras familias y grupos de influencia, explica Rodolfo Álvarez, director de la escuela de Psicología de la UST Concepción.

1.Depresión del domingo en la tarde

Después de la hora de almuerzo dominguero, nos empieza a invadir una terrible sensación de tristeza y melancolía la que se agudiza a medida que pasa la tarde y llega la noche, y sobre todo cuando comenzamos a pensar en el día que se nos viene

2.Letargo y somnolencia los lunes y alegría inusitada los viernes

El lunes es el día en que debiéramos estar con más energía después del reparador descanso del fin de semana y el viernes exhaustos por lo vivido durante cinco días. Suele ser al revés, ya que somos capaces de vivir intensas actividades sociales los viernes en la noche y nuestra energía esta al tope.

3.Saturación y desencanto con las personas con las que trabajo

Comienzo a sentir una extraña mezcla de aversión y saturación al interactuar con mis jefes y compañeros de trabajo. Siento que mi jefe pierde el tiempo, habla sandeces y las conversaciones de pasillo son cada día más inútiles.

4.Mi escape en la red

Intento por todos los medios posibles de chatear lo máximo que pueda y acceder a las redes sociales como una forma de escape, navego sin sentido por la red tratando de contar los minutos para termine el día.

5. Irritación y estrés

En mi hogar se me percibe cada día con más fuerza irritable y de la humor sin haber razón específica. Experimento dolores de cabeza y cansancio fuera de lo común.

6.Me aíslo

Evito en la medida de lo posible el contacto con otros. Siento que sencillamente es detestable el aguantar reuniones interminables.

7. El cliente es mi escape

Cada vez que tengo la oportunidad de interactuar con los clientes de la empresa, vuelco mi ira con ellos.

RPP