Felipe James, presidente del Comité Textil y de Confecciones de la SNI

Felipe James, presidente del Comité Textil y de Confecciones de la SNI (Foto: GEC)

Restricciones comerciales recientes que impusieron Estados Unidos y China han ampliado las oportunidades de extenderse en ese mercado para la industria textil y de confecciones del Perú, pero el temor que le genera la incertidumbre política es tan grande que ha paralizado sus decisiones de inversión.

Tal es el panorama que describió Felipe James, presidente del Comité Textil y de Confecciones de la SNI, que señaló a Gestión que uno de los temas que más les preocupa hoy es que en un eventual gobierno de Perú Libre, se cumpla su advertencia de revisar los tratados de libre comercio (TLC) que suscribió el Perú con diversos países.

“Nosotros exportamos a Estados Unidos porque tenemos un TLC con esa nación, con eso nuestras prendas no pagan arancel. Pero, el señor Pedro Castillo (candidato de Perú Libre) ha dicho que va a revisar los TLC; si nos quitan ese tratado, automáticamente nuestras exportaciones a ese mercado pagarían de 20 a 30% de aranceles, con eso nos sacan del mercado, no hay forma de competir”, expresó James.

Estados Unidos es hoy el principal mercado de destino de envíos de textiles y confecciones peruanas. En el primer trimestre del 2021, tuvo una participación del 54.58% del total exportado en ese rubro.

Oportunidad

James proyectó que, si no existiera la actual incertidumbre política, este año la referida rama manufacturera podría recuperarse de la crisis económica que generó la pandemia (y caída en esa actividad del 32.1% el 2020) y podría crecer fácilmente hasta un 10% el 2021.

Tal proyección se sustenta en que los confeccionistas peruanos están recibiendo mayores pedidos este año con respecto al anterior, de diversos países en Norteamérica y Europa, luego que el gobierno estadounidense impusiera restricciones al ingreso de prendas que usen algodón proveniente de una región de China.

“Si estuviéramos en una situación normal, más empresas contratarían más personal, comprarían más maquinas, para cubrir esos pedidos; pero eso no se está haciendo por la coyuntura electoral; nadie está invirtiendo en estos momentos; y no estamos aprovechando en atender los pedidos que nos llegan”, anotó.

Estabilidad absoluta

Otro aspecto que preocupa a esa rama industrial, señaló el presidente del Comité Textil y Confecciones, es que en una posible administración de Perú Libre se instaure para el sector exportador una estabilidad laboral absoluta, “con lo cual nos pueden matar como industria”.

Recordó que en el referido sector fabril, los pedidos que les llegan son cíclicos, atendiendo solicitudes de determinada producción por campañas, sean de Navidad, del Día de la Madre, etcétera. Es decir que hay momentos del año en que requieren más personal y culminados esos ciclos ya no lo necesitan.

“Eso -anotó- es adicional al temor que generan las dificultades para invertir en un país con un sistema estatista”.

CIFRAS Y DATOS

  • Textil y confecciones. De enero a marzo el sector creció 0.8% ( sin el efecto estadístico que representó su caída en igual periodo del 2020 ), según la SNI.
  • Universo. Son más de 90 mil las empresas del ramo textil y confecciones.
  • Sector. Sus despachos llegaron a 68 mercados en el primer trimestre.

Fuente: Gestión