Jesús Salazar Nishi SNI

El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Jesús Salazar Nishi, afirma que fortaleza macroeconómica permite al Perú seguir siendo atractivo para la inversión. Asimismo, se debe dar solución rápida a la conflictividad social para impulsar el crecimiento.
El 1° de febrero se reunió con el jefe del Gabinete, Alberto Otárola, ¿Qué conclusiones le dejó ese encuentro? 
–Efectivamente, recibimos la visita del titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y del ministro de la Producción, Raúl Pérez-Reyes, en un consejo directivo de nuestra organización.
El acercamiento fue necesario para conocer de primera mano la política y la forma cómo el Gobierno está manejando la coyuntura que nos tiene paralizados en el tema de las inversiones.
Esta situación nos preocupa significativamente, pero nos quedamos satisfechos de la visión clara del Gobierno y, sobre todo, cómo se maneja el tema del respecto a la institucionalidad y el orden democrático, que es lo que más nos preocupa a nosotros.
En temas concretos, diría que el jefe del Gabinete ratificó el compromiso de la presidenta, Dina Boluarte, que nos anunció durante nuestra visita a Palacio de Gobierno, de conformar una mesa del trabajo con los ministerios de Economía y Finanzas (MEF), de la Producción y de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), para empezar a diseñar las políticas de desarrollo productivo, específicamente políticas sectoriales en la industria manufacturera.
Esto se realizó con un enfoque netamente territorial, es decir, lograr que las regiones capten inversiones productivas para homogeneizar el país y, con ello, romper un poco con ese gran problema de centralismo que tiene el Perú, pues Lima sigue concentrando el 60% de la producción nacional.
Ese es uno de los principales acuerdos que concretamos con el Gobierno.
–¿Cuál fue la propuesta específica de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) hacia el titular de la PCM? 
–Le hicimos llegar nuestro libro Perú Regiones al 2031, que es una guía de desarrollo de inversión productiva. La SNI, junto con otros gremios, la academia y colegios profesionales de las cuatro grandes macrorregiones en la que dividimos el país, hicimos esta pauta de desarrollo.
Además, le presentamos la propuesta y le agradó significativamente, al punto que adelantó que formará parte de la mesa de trabajo con los tres ministerios.
Le manifestamos también la propuesta que hicimos como parte del Acuerdo Nacional, en el cual proponemos un gran pacto de gobernabilidad, desarrollo social y económico.
Pero la novedad de esta iniciativa es el enfoque territorial. Al respecto, proponemos hacer cuatro mesas ejecutivas de discusión que busquen llegar a consensos, mediante las macrorregiones.
–¿Considera que este pacto de gobernabilidad es una hoja de ruta? 
–Sí, para buscar consensos. Ustedes saben que en el Acuerdo Nacional nada se obtiene por mayoría sino todo por consenso; pero es complicado hablar de aprobaciones nacionales si no hablamos con los interlocutores de las regiones y eso no se puede hacer desde una mesa de Lima; debemos ir a las regiones.
En ese caso, como no es práctico hacer una mesa por cada región, proponemos que sean cuatro mesas ejecutivas a escala macrorregional, en la que estén representados por los interlocutores y por la sociedad civil. Deben participar los colegios profesionales, las iglesias y demás asociaciones civiles que hacen trabajo en regiones.
Estas mesas macrorregionales tienen que atacar la problemática territorial en regiones y, mediante de ellas, lograr el objetivo de construir un país más homogéneo.
–En el caso de esta guía Perú Regiones al 2031, ¿cuáles son las principales medidas? 
–La gran propuesta que hace la SNI se basa en potenciar las grandes ventajas comparativas que tiene el país.
Por ejemplo, el Perú tiene 3,200 kilómetros de litoral cuyo mar es rico en especies; sin embargo, no supimos trabajarlos correctamente ni potenciarlos, lo que generó que nuestros vecinos del norte y del sur nos aventajen en importaciones no tradicionales.
Al respecto, debemos trabajar en acuicultura. El Perú tiene grandes espejos de agua tanto en la sierra como en la selva; sin embargo, no potenciamos ese sector, el cual podría ser un nuevo motor de desarrollo de exportaciones no tradicionales.
Asimismo, poseemos el noveno bosque más grande del mundo y no hemos podido trabajarlo de manera sostenida, lo que nos impide convertir la industria de la madera en otro motor de desarrollo de la economía nacional.
Hay además diversos sectores en los que tenemos grandes ventajas, pero no las incorporamos como política nacional. En ese contexto, nuestra propuesta directa es, además, de 580 medidas en este libro, ejecutar algunas acciones inmediatas.
En la práctica, es reconocer dónde está la ventaja comparativa de la región y llevarlo a un portafolio de proyectos de inversión y analizar cómo impactaría socialmente en la región. Esto nos permitiría atraer capitales nacionales e internacionales, así como impulsaría el desarrollo de las regiones.
Nosotros ya estamos avanzando mediante un trabajo coordinado con la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) para ejecutar obras que ayuden a fortalecer el clima de los negocios en las regiones.
No obstante, un problema importante es la conectividad, pues es difícil llevar materias primas a algunas zonas productivas, también lo es trasladar productos terminados hacia un punto de abastecimiento.
–¿Hay un contacto cercano de la SNI con las regiones? 
– Por supuesto. En una primera etapa visitamos las regiones para llevar la propuesta y ahora estamos regresando para firmar los convenios. La próxima semana visitaremos Lambayeque, donde firmaremos un convenio con el gobierno regional, y luego haremos lo mismo con el de Piura.
Llevaremos nuestros equipos técnicos para conformar ese portafolio de inversiones, del cual le comentaba. Otro punto significativo es que la propuesta de Perú Regiones al 2031 fue trabajada y conversada con el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan).
Esta institución está muy interesada en incorporar nuestras propuestas inmediatas de desarrollo productivo en las regiones en el Plan Estratégico Nacional, lo cual convertiría estas iniciativas en una política nacional.
–¿Ya se identificó un paquete de inversiones en las regiones? 
–Estamos en una primera etapa, que es la firma de convenios, en la cual recibimos el respaldo que esperábamos. En conjunto, con la Universidad San Ignacio de Loyola, ayudamos a que los gobiernos regionales –mediante los convenios previstos– preparen a sus técnicos para este proceso.
Considero que en julio deberíamos conocer cuánto de inversión se requiere en cada una de las regiones y para qué tipo de sectores.
–¿Qué proyecciones tiene sobre la economía nacional en la actual coyuntura? 
–Nosotros nunca dejamos de ser optimistas y vemos al país con gran optimismo. Sabemos que la coyuntura actual es complicada y en estas semanas la convulsión social forma parte de la agenda de todos los peruanos, pero nosotros no podemos quedarnos allí; debemos seguir pensando en el futuro del país.
Al respecto, en la SNI proyectamos que la economía peruana crecería entre 2.8% y 2.9%. Hay voces que hablan de una expansión por debajo del 2%; pero nosotros seguimos siendo optimistas.
Sin embargo, no debe tardar más la solución al tema de la conflictividad social.
La convulsión nos está pasando la factura, sobre todo a las micro y pequeñas empresas (mypes). Este problema social no solo ataca a la gran empresa, sino también a los micro, pequeños y medianos empresarios, que representan más del 99% del tejido empresarial.

Reunión fructífera 

El 1° de febrero de este año, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, dialogó con el consejo directivo de la SNI, donde reafirmó el compromiso del Ejecutivo para impulsar la reactivación económica, con énfasis en las pequeñas y medianas empresas (pymes).
“Este gobierno está comprometido con la reactivación de las pymes, porque son parte medular del sector industrial”, indicó
Además, el titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) señaló que durante el 2023 se mantendrá la ejecución del Programa Crediticio Impulso MyPerú, con recursos por 2,000 millones de soles, para cubrir créditos del sistema financiero para capital de trabajo, activo fijo y/o consolidación de deuda en condiciones más favorables.
En otro momento de la reunión, Otárola invocó a los gremios empresariales de la industria, la minería, la energía, la pesquería, entre otros, a continuar apostando por el Perú mediante la continuidad de sus operaciones productivas.
“Hacemos esta invocación porque en el gobierno de la presidenta Boluarte estamos convencidos de que preservaremos nuestro sistema democrático y el modelo de economía social de mercado. Ha dado pruebas de que, bien gestionado, es capaz de generar índices de crecimiento anual de cerca de 10% del producto bruto interno (PBI)”, añadió.

Datos 

– Entre enero y noviembre del 2022, las exportaciones no tradicionales industriales alcanzaron los 8,902 millones de dólares, marcando un hito histórico y significó un crecimiento de 17.2% respecto a similar período del 2021.
– El 22 de diciembre del año pasado, la presidenta Boluarte sostuvo una reunión con representantes de la SNI con los que dialogó sobre la importancia de un pacto social para fomentar el desarrollo del país.
– Las exportaciones peruanas de pesca para consumo humano directo tienen potencial para llegar a los 4,000 millones de dólares el presente año, según el Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
– De acuerdo con el Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES) de la SNI, los envíos no tradicionales de enero a noviembre del 2022 han mostrado una variación positiva de 29.3%, en comparación con el mismo período prepandemia del 2019.
– Las exportaciones industriales a noviembre del 2022 se destinaron a 155 mercados, destacando los envíos a Estados Unidos, Chile, Ecuador y Colombia.
Fuente: Andina