(Foto: La República)

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¿Hasta cuándo permitiremos que pequeños grupos con motivaciones claramente políticas y con el uso de la violencia impidan el desarrollo de las regiones y que los peruanos tengamos mejores condiciones de vida?

El Perú y su sector minero energético es blanco de un sistemático ataque por parte de grupos violentistas, que solo buscan que el caos y la pobreza imperen en el país.

Es inadmisible que grupos radicales que se oponen al desarrollo del Perú, actúen impunemente sembrando zozobra en distintos puntos del país con la lamentable pasividad de algunas autoridades.

En circunstancias que el Perú afronta una desaceleración de su economía, la violencia está provocando que se pierdan oportunidades de inversión para el desarrollo de proyectos mineros y energéticos.

Es imprescindible que el Estado peruano y sus autoridades actúen con firmeza, impidiendo que movimientos radicales saboteen las actividades productivas en el país.

Se requiere estabilidad jurídica y política, paz social, así como señales inequívocas de que nuestros gobernantes harán respetar la Constitución y el Estado de derecho.