Southern Copper Corporation reitera su visión de que el inicio de las actividades de construcción de Tía María generará oportunidades económicas significativas para la provincia de Islay y la región de Arequipa. Durante la fase de construcción y operación, nuestra prioridad será contratar mano de obra local para cubrir los 9,000 puestos de trabajo (3,600 directos y 5,400 indirectos) que espera generar durante la fase de construcción de Tía María.
Cuando esté en operación, Southern Copper Corporation espera que Tía María emplee directamente a 600 trabajadores e indirectamente provea trabajo para otros 4,200. Adicionalmente, desde el primer día de sus operaciones, genera significativas contribuciones significativas a los ingresos en la región de Arequipa vía regalías e impuestos.
La empresa espera que el gobierno peruano reconozca el progreso significativo que el proyecto ha hecho en el frente social y las importantes contribuciones que Tía María generará a la economía del Perú y, consecuentemente, tome las medidas necesarias para proveer a SCC con el apoyo adecuado para iniciar la construcción.
Proyectos en Perú
La cartera de proyectos aprobadas de Southern Copper Corporation en Perú totaliza $2,800 millones, de los cuales $1,600 millones ya han sido invertidos; si incluimos los proyectos de Michiquillay ($2,500 millones) y Los Chancas ($2,600 millones), nuestro programa total de inversión en Perú refleja un compromiso de $7,900 millones.
El Proyecto Minero Tía María es viable siempre y cuando la empresa minera propietaria de la unidad operativa de esta concesión minera debería cambiar el plan de minado, el cual sería por el método subterráneo de hundimiento por bloques que permite que no halla generación de polvo en la superficie y no habría ningún tipo de observaciones por parte de la comunidad. La planta de beneficio emplazada en el desierto, está distante a varios kilómetros del pueblo de Cocachacra y del Valle del Tambo y no tiene ningún grado de supuestas contaminaciones de ácido, del ripio, de afluentes líquidos, de emanaciones gaseosas. Por lo tanto, así el proyecto minero es viable. Lo que sí la empresa minera como compromiso social proactivo debería construir una represa para embalsar aguas arriba libre de arsénico que es contaminante natural del mismo valle y establecer un “trueque” de intercambio del agua de la represa con el agua del valle, el cual sería para el uso industrial de la planta de beneficio, así se descontaminaría el agua de regadío de los cultivos en el valle. El pueblo de Cocachacra no debería aceptar influencias políticas amañadas por malos peruanos que solamente quieren conseguir réditos políticos.