Vocero de Southern, Raúl Jacob, no cree que el otorgamiento de permiso a Tía María se traduzca en protestas.
La empresa Southern Perú, que pretende explotar el proyecto minero Tía María, se juega los descuentos. Si no le aprueban la licencia de construcción hasta agosto, su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) perderá vigencia y tendría que hacer uno nuevo. Ante esa premura, la carta que se juega la minera de capitales mexicanos es la de obtener este permiso y tomarse un tiempo para construir la mina, mientras consigue mayor respaldo de la población del valle de Tambo, en la provincia de Islay.
El vocero y vicepresidente de Finanzas de Southern, Raúl Jacob, señaló que esa posición es coincidente con lo declarado hace una semana por el ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes, de esperar el inicio de trabajos, aunque se consiga el permiso.
“Coincidimos con lo que expresa el ministro, nosotros vamos a esperar a que las autoridades del Gobierno estén con la tranquilidad del caso para iniciar las operaciones “, señaló Jacob. No se refirió a un plazo antes de retomar las obras, sostuvo que sería el tiempo necesario. El temor de los agricultores es que las operaciones mineras contaminen los cultivos del valle de Tambo, ubicado a menos de siete kilómetros.
El vocero de Southern ayer estuvo en el Consejo Regional de Arequipa para explicar el proyecto a la Comisión de Energía y Minas. Esta actividad formó parte del plan de socialización, emprendido por la minera, para obtener la licencia de construcción antes de agosto.
En caso que no obtengan el permiso, deberán elaborar un nuevo EIA; sin embargo, Jacob no se coloca en tal escenario y confía en que el Gobierno entregará la autorización antes de agosto. “El Gobierno ha expresado la voluntad de entregarnos la licencia de construcción”, dijo.
Fuente: La República